22 de enero de 2010
Vi ayer la primera parte de El Hundimiento en la televisión. Ya la había visto entera hace un tiempo y no deja de cautivarme esa película.
Resulta increíble ver las caras de admiración que muchos personajes muestran ante su Führer en el interior del búnker en medio del retumbar de las explosiones de los proyectiles de la artillería soviética. Aun en momentos en los que se lo ve fuera de sí, aislado de la realidad y planteando soluciones delirantes para enfrentar al Ejército Rojo que copaba Berlín en las postrimerías de su régimen.
Cuando las cosas toman su carril definitivo y es evidente el destino que espera a Alemania nadie se anima a decirle las verdades a su líder. El hombre terminó suicidándose, sin que nadie de su entorno osara meterle un balazo a tiempo para así precipitar el fin de esa agonía inútil.
La historia que relata la película es una buena muestra de la debilidad de la mente humana por las personas poderosas y carismáticas, aunque con su accionar no hagan más que llevar a su gente al completo desastre.
Fue curioso ver este film el mismo día en el que una persona llamaba "genia" a una presidente que hacía bromas sobre hacer desaparecer gente mientras que todo el mundo la aplaudía...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Tranquilo, no era "todo el mundo"... solamente el grupete a sueldo que tenía delante...
igual que acá
Por referencia y para ver algunos porqués...
Ver "La Ola"
Publicar un comentario