Otra vez,
el milagro de lo poco.
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Bueno, aceitunas, con rodajas de limón, un poquitín de ajo, pimientos secos, unas hojas de laurel, algo de pimienta, y aceite de oliva.
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Como un regalito, les dejo una foto de las flores del olivo, que seguramente muchos de ustedes nunca han visto.
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Yo me crié entre ellas.
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Bueno, creo que hace mucho que no les digo que los quiero mucho.
7 comentarios:
Mucho no; demasiado.
Lástima el ajo.
BTW, mandame un mail desde la csilla que estés efectivamente usando. Sólo para verificar cuál es.
Me dejaste pensando... se comen las hojas de laurel?
Bueno, mis vecinos tenían olivos, pero nunca me percaté del árbol en sí; sí recuerdo muy bien el tonel de madera en el sótano donde se curaban las más deliciosas olvas que tengo en la memoria (ayudado seguramente por haber ocurrido en la infancia donde todo lo que hay en el mundo es maravilloso).
Sr. BlogBis, no desprecie al ajo.
Es mucho mejor que el cerdo.
xxx ooo xxx
Qué rico!
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