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Venezuela está experimentando el resultado de la imprevisión en el sector energético. Mientras el Estado -en manos del mono de camisa colorada- despilfarró miles y miles de millones en dádivas para seducir a países vecinos, en juguetitos bélicos para creerse potencia regional, en casa se confió que una única represa (eso si, rebautizada "Simón Bolívar") sería eterna fuente para abastecer de electricidad a todo el país.
Hoy falta el agua, y no hay generación alternativa.
La solución pergeñada en el cerebro del tiranuelo: crear un "Estado mayor eléctrico", que al modo de un comando militar resuelva la crisis, pretendiendo inventar parches de circunstancia con la ilusión de disimular lo que no se hizo en años. Obviamente, la primer excusa fue echarle toda la culpa al capitalismo.
La única ventaja de tener a hávez es que uno se complace que el argentino no es el peor gobierno de la región.
1 comentario:
Si nosotros vamos "Camino a Haití", éstos van "Camino a Corea del Norte".
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