11 de febrero de 2010

Parliament Square

3 comentarios:

Martín Benegas dijo...

No me cierra este tipo, era terrorista y de eso no se vuelve. Habra sido cociliador, estadista o lo que quieran pero a los muertos nadie les devuelve la vida. Ademas era amigo de Fidel.

Anónimo dijo...

Yo creo que las personas a lo largo de su vida pueden evolucionar intelectualmente, darse cuenta de sus errores, disculparse y saber disculpar. En verdad creo en el arrepentimiento de ciertas personas.

Es algo que trasciende lo político, claro, es una cuestión mucho más espiritual, religiosa, si se quiere. Y que puede darse tanto en la política como en las relaciones afectivas que uno mantiene a lo largo de su vida.

En ese sentido, me parece que Nelson Mandela es un claro ejemplo de una persona a la que la desida y la locura de un país como Sudáfrica en sus años de juventud lo llevaron a cometer errores, pero que pudo volver de esa situación, transitar una condena (estuvo 27 años preso) que le hizo cambiar realmente su visión de la política y la humanidad. Y eso lo demostró con creces.

¿Vos Martín no crees en la virtud del arrepentimiento, y sobre todo, de saber perdonar?

Saludos a la gente de Blogbis y a todos sus lectores.

Martín Benegas dijo...

No cuando hay tantos muertos de por medio, eso de los "errores" de juventud me hace acordar al discurso de los teroristas de los 70 que hoy se hacen los democráticos.