Algunos han expresado su asombro porque ciudades y países europeos, donde la violencia y persecución musulmanas están intimidando y expulsando a judíos a una velocidad que no se ha visto desde los años 1930, todavía pasan por la farsa de celebrar ceremonias oficiales, haciendo gestos sobre lo horrible que fue todo eso y transmitiendo la seguridad de que nunca volverá a ocurrir.
Pero el secuestro humanista del Holocausto es sólo otra de las armas usadas para promover la tolerancia hacia los musulmanes y la intolerancia hacia los judíos.
La universalización del Holocausto fue también la desjudeización del Holocausto, convirtiendo a la cantidad en descenso de sobrevivientes en un apoyo para la gran aula internacional de la tolerancia, como si fueran piedras tiradas a sus cabezas por los beneficiarios musulmanes de esa escuela de tolerancia.
Todo el tiempo los secuestradores humanistas del Holocausto insisten a gritos en usar el asesinato de seis millones de judíos como un ejemplo para su plan de estudios multicultural, pero con ira denuncian a cualquier judío que de verdad trata de conectar el odio hacia los judíos de entonces con el odio hacia los judíos de hoy.
Los mismos humanistas que cínicamente explotan el Holocausto en su versión distorsionada de la historia, son esos en los que siempre se puede confiar se levantarán de un salto y denunciarán a los judíos por... explotar el Holocausto.
Pero en realidad el Holocausto tiene una lección muy importante para enseñar tanto a judíos como a no judíos.
No la lección de tolerancia universal, sino la lección de la necesidad de individuos y comunidades de ser capaces de defenderse a sí mismos.
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El Estado Israel no surgió del Holocausto sino de un anhelo nacional por la tierra que tenía 2000 años.
Pero el Holocausto ayudó a definir la necesidad de aquella tierra, aún para aquellos que no podían sentir aquel deseo.
Esto proporcionó una respuesta factible al problema práctico de la supervivencia judía, y fue algo que los humanistas nunca pudieron perdonarles.
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La única lección significativa del Holocausto es que si uno espera que otros protejan su vida o sus derechos, está dando el poder de quitarles sus derechos o su vida, cuándo y cómo a ellos les plazca.
La única forma en que Israel puede sobrevivir es si comprende que su gente y sus soldados son los únicos seres humanos que pueden protegerlo, y que sólo los que dictan las condiciones de su propia protección son verdaderamente libres.
Reflexiones
Bueno, Israel sabe muy bien qué tiene que hacer para sobrevivir.
Obviamente, decirlo no es políticamente correcto.
2 comentarios:
(enlace a viñeta en nuestro repositorio)
Un poco grande para meterla en un post así que la colgué ahí.
Me la envía Eugenio Gini.
:)
PiK'z!
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