17 de febrero de 2010

Realidades


La Argentina no tiene control de su territorio marítimo.
Lo perdió el día cuando le hundieron -y con aviso previo- el crucero General Belgrano, durante la Guerra de Malvinas, y nunca más lo recuperó.
Hay una gran limitación que parece insalvable en 2010: las carencias presupuestarias de la Armada Argentina y también de Prefectura Naval Argentina.
No solamente en cuanto a combustible, respuestos y equipamiento sino, básicamente, en cuanto a las embarcaciones, helicópteros y aviones necesarios para el control del extenso Mar Argentino.
O sea que la Armada Argentina directamente no puede operar y la Prefectura carece de los medios suficientes para realizar un patrullaje eficiente.


U24

Bueno, no es muy difícil adivinar dónde se va a tener que meter la descerebrada infame su decreto amenazador.

4 comentarios:

BlogBis dijo...

Se cocina el gobierno en su priopia salsa. Y se cocina también la Armada y la Prefectura, condimentadas con la complacencia de los últimos 7 años.

Un detalle: el día de la promocionada visita presidencial a puerto Belgrano, en 2006, se mandó la platita necesaria para darle una lavada de cara a los buques, que por cuestiones de presupuesto estaban incapacitados de navegar, pero sirvieron de escenografía.

Mayor Payne dijo...

Totalmente de acuerdo. Sin fierros para respaldarlo, el decreto de la Descerebrada es como dijo un parlamentario inglés hoy: "patético e inútil".

Para esto decía la gorda infeliz de Garré que no existían las hipótesis de conflicto. Que se jodan de lo lindo.

Un poco de catarsis personal al respecto:

http://labestiapolitica.blogspot.com/2010/02/la-galtierada-de-cristina-y-el-rol-de.html

Saludos.

Sine Metu dijo...

Sería interesante un poco de british wit. Lástima que no le interesamos a nadie.

Voromir dijo...

Stamo al horno stamo.

Pero ahora somo todo argentino guerrero, re guacho somo.

Qué gente más copada!!!

Me da náuseas ese asunto.

Que hagan un piquete en el atlántico Pérsico y D´Elía con la vieja chota a la cabeza a upa de Shocklender.