Cuando llegué a España, con 68 años, quise sumarme a una prepaga y me dijeron: “está en el límite”. Finalmente me hicieron socio, pero ahora que pasé los 70 años me cuestionan. Lo puedo contar con cierto desparpajo: no puedo sacar un crédito, ni hipoteca, ni me dan tarjeta de crédito, ni alquilar un departamento a mi nombre porque mis años no les permiten fiarse si lo hago
Federico Luppi en Perfil (Argentina)
El progre y defensor de los K Federico Luppi se queja porque en España a duras penas puede acceder servicios privados como la medicina o una tarjeta de crédito.
No sé para qué protesta si cuenta con la medicina pública, que es accesible para todos los habitantes del país ibérico. ¡Que se conforme con ella! Seguramente que en el país que tan bien, según él, gobiernan lo K, no tendría ni una cosa ni la otra.
De más está decir que las tarjetas de crédito son infames instrumentos capitalistas, mejor vivir usando sólo efectivo y no tentarse con ser una víctima más del "sistema".
6 comentarios:
Federico Luppi. Ese actor que siempre actuó de Federico Luppi.
JL
1 me caen mal luppi
2 a cualquier en cualquier lugar del mundo a los 68 años no le dan nad es ridiculo que se queje ni aca ni en usa ni en japon
sos pura perdida no te dan seguro de vida estas jubilado o apunto de. esta gente que se queja por que cuando llueve el agua va de arriba a hacia abajo es ridicula.
yo tuve una experiencia parecida en mi casa todo estaba a nombre de mi mama que falecio y mi vijeo no pudo sacar nada es logico. le hice extensiones yo pero no es una conspiracion ni nada. en vez de banco o prepaga diria beneficiencia si las hicieran para tirar plata
jajaja, iba a decir lo mismo que José Luis: a este tipo nunca le vi hacer un papel que no sea el de Federico Luppi. Es un pésimo actor.
bueno, aca es igual, despues de los 65, estas muerto. Lo cual me parece un desproposito.
no es un desproposito es logico o garpalo de tu plata
osea si ya eras afiliado desde que sos joven te tiene que seguir cubriendo pero no podes pedir cobertura a una edad que las cuentas no les cierran
Hay una convicción bastante ridícula (y difundida), que consiste en creer que todos los problemas que uno tiene en la vida, deben ser resueltos (y costeados) por el resto de la sociedad, como si ese fuera un mandato de la naturaleza, o -para usar un término fashion- del planeta.
Minga señores! En este bendito mundo (el real, y no el que los nostálgicos de Stalin desearían), los bienes son escasos, y nadie tiene derecho a exigirle a los demás que se los procuren.
En suma: Si el progre Luppi quiere medicina de calidad, que la garpe!!!
Otra alternativa, claro, es que haga las valijas y se vaya a vivir al paraíso cubano, que curiosamente gambeteó cuando decidió instalarse en ese antro del capitalismo llamado Madrid.
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