Para finales del siglo tres, durante el gobierno de Diocleciano, el denario había desaparecido como tal y consistía en una moneda de bronce bañada en plata, y por ello, los precios de todos los productos escalaban en términos de denarios. Esto llevó a Diocleciano a promulgar su edicto de precios máximos. Por supuesto, el chivo expiatorio fueron los comerciantes, que en su avaricia seguían subiendo los precios, y no la degradación del contenido metálico de las monedas que multiplica la masa monetaria.
No aprendimos nada.
Historia del proceso inflacionario y el establecimiento de precios máximos durante el Imperio romano.
Casi dos milenios después hay quienes en Argentina siguen proponiendo las mismas recetas...
1 comentario:
Porque, como siempre dice don Cyphre en The OC, "esta vez seguro sale bien".
JL
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