Todos ríen y se abrazan, felices. Incluido el lobo, que deja el tabaco, se hace antitaurino y funda la oenegé Lobos y Lobas sin Fronteras, subvencionada por el Instituto de la Mujer. Fin.
Final del cuento de Caperucita Roja reescrito con tinte políticamente correcto por Arturo Pérez-Reverte.
Cuenta el escritor que pensó en un principio en "Blancanieves y las siete personas de crecimiento inadecuado", pero...
(...) ciertos indicios de intolerable violencia machista en la casita del bosque, como que sea una mujer quien cargue con todas las labores del hogar, o que no haya paridad de sexos en el número de individuos que trabajan en la mina -su número impar complica además el asunto-, me decidieron a dejarlo para más adelante.
2 comentarios:
Muy bueno, estuve por escribir algo por el estilo varias veces, pero me pareció que no me iba a salir.
Bueno, qué vivo, él es escritor.
¡Muy bueno!
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