Todos tenemos la costumbre de escandalizarnos por ciertas cosas que pasan. No todos nos escandalizaremos por las mismas cosas, por supuesto. Unos se escandalizan por el golpe del 55 que derrocó a Perón pero alaban al golpe del 43 que nos lo trajo, otros piensan lo contrario.
Podemos escandalizarnos por el bombardeo de Dresden, los de Hiroshima y Nagasaki, el asesinato de Paula Lambruschini, el lanzamiento de detenidos desde aviones al Río de la Plata por parte del Proceso, la destrucción de las estatuas de Buda en Afganistán por parte del talibán, por ese tipo que roció con nafta y prendió fuego a un pobre perro callejero en Ezeiza, por el tipo que disparó contra la embarazada en la salidera bancaria, el episodio de Moreno con los guantes de box en el directorio de Papel Prensa, las anibaladas del jefe de gabinete, el cabezazo de Zidanne a Matterazzi, el derrame de petróleo de BP en el golfo, por que los ingleses no se quieran ir de las Malvinas, por el supuesto pedo en cámara de María Amuchástegui, etc. etc.
Pero todos esos episodios son datos de la vida real, y es muy posible que sigan ocurriendo en el futuro sin darse por enterados de nuestra insignificante existencia.
Bajar línea moral es algo que uno hace todo el tiempo, especialmente si tiene un blog. Pero esa bajada de línea no cambia nada. O casi, casi, casi nada.
Igual lo hacemos para sentirnos bien, para convencernos a nosotros mismos que hicimos nuestra parte.
Muchos tenemos algún bajador de línea de grandes ligas al que seguimos o utilizamos para reforzar nuestra posición. "¿Viste lo que dijo fulanito?, fulanito piensa igual que yo."
Estamos enojados y lo demostramos. Entonces aparecen otros que comparten nuestro enojo y el enojo se multiplica. Al menos aumenta la satisfacción de sentir que no estamos solos.
Pero también aparecen los que no están de acuerdo con las causas de nuestro enojo, los que no comprenden cómo podemos indignarnos ante hechos que para ellos resultan altamente positivos. El intercambio de ideas rara vez se presenta de un modo civilizado y empiezan a cruzarse adjetivos en una escalada verbal que desde el origen no tiene destino de acuerdo.
(?)
8 comentarios:
Tiene sentido, al fin y al cabo un blog es una nueva forma de "grupo de afinidad".
De acuerdo.
Un nuevo especímen en la larga lista de trolls que nos visitan
El Blogger tien pocos niveles de filtro disponibles: Anónimo, cualquiera con cuenta, o lista de cuentas (hasta 100). Le falta un nivel intermedio del tipo "cualquier con cuenta de X meses de antigüedad" por lo menos. Así filtraría a los que inventan cuentas al vuelo para trolling.
Muy acertado, don Sine Metu. Últimamente por estos lares he notado que cualquier tema complejo desata una serie de opiniones irreductibles que terminan invariablemente en el ad hominem.
Yo no soy una santa margarita de la recontrainmaculada avenencia, pero confieso que me desanima un poco para colaborar cuando la cosa se pone tan beligerante.
Es muy difícil - y lo digo por experiencia propia-, intentar promover debates de ideas (llevados a cabo con dureza, si es necesario, pero con la debida corrección), porque, dado que los blogs son espacios de una gran uniformidad ideológica en las que los que los frecuentan no quieren “bancarse” heterodoxias que puedan agitar las aguas en que navegan, lamentablemente, son muy pocos los que debaten, muchos los que se ofenden y demasiados los que se indignan y reaccionan con insultos y groserías. Aclaro que, no lo digo con “mala leche” y que, reconozco que, comparado con algunas ejemplos de intolerancia ideológica y mala educación que he visto por ahí, el nuestro es un blog ejemplar.
Como dijo Sam Harris... jeje, chiste.
Asumo lo que me toca, a veces me caliento y digo cosas de las que me arrepiento despues. Disculpas si ofendi a alguno alguna vez. Menos a los trolls, obvio.
Saludos.
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