Si se lo observa desde el punto de vista físico es cierto... salvo la Atlántida o la isla de Krakatoa, los paises (país = "a modo de paisaje", Kevin Linch dixit) no desaparecen. Pero en términos políticos hay sobradas muestras de paises que se han evaporado. En los últimos años suficiente muestra lo constituyen la U.R.S.S., la República Democrática Alemana, o Checoeslovaquia, tres entidades políticas que supieron alinearse detrás de la cortina de hierro que hoy no existen mas. En nuestro propio teritorio pocos recuerdan que hasta existió una República de Entre Ríos.
Un senador devenido en presidente empleaba repetidamente una frase de contenido similar, decía ""los países no se suicidan". Sin embargo la desaparición de las entidades políticas muchas veces tiene que ver con decisiones colectivas que podrían asemejarse a un suicidio. Los alemanes del este "suicidaron" a la RDA cuando se lanzaron de a miles a cruzar las fronteras con la República Federal Alemana. Los Checos y Eslovacos "suicidaron" al país que los reunía cuando decidieron continuar vidas separadas.
El domingo Venezuela va a atravesar una instancia en la que debe decidir si continúa viva como país o elige el suicidio. Por ahora la muerte de los estados en américa latina no ha sido espectacular como en Europa, sino que los países se han autocondenado a un lento e inexorable mutis por el foro, que los va sacando del panorama internacional. Haití ya hizo esa elección. Bolivia va por el mismo camino. El domingo los venezolanos eligen. El si puede permitir que el país se reorganice y se reinserte en el concierto internacional. El no, sin duda confirma el camino de la autoeliminación.
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El post anterior es la repetición de uno que escribí hace seis años, cuando los venezolanos estaban a una semana de votar el referendum revocatorio. La semana que viene tienen una chance más de evitar la desaparición, votando una Asamblea que pare al mono bolivariano. La imagen que acompañaba a ese post, es perfectamente válida hoy:
1 comentario:
Nosotros nos venimos suicidando en cuotas desde 1930, y en los últimos 25 años duplicamos las dosis.
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