Hoy leo un titular de hace unos meses en el que CFK decía "Hay Kirchner para rato" y no puedo evitar dejar escapar una sonrisa. Acto seguido, me doy cuenta de lo mal que está eso.
Lo cierto es que en mi caso personal trabajo en una empresa agropecuaria familiar con larga tradición, y sin comerla ni beberla siento que el tipo que murió hoy nos trató a a mi, a mis seres queridos y a mis pares de manera escandalosa, como basuras, como seres inmundos que lucran con la miseria y el hambre de sus compatriotas. Nos maltrató y humilló con toda intención, nos sacó fortunas que nadie sabe a donde fueron. No puedo creer otra cosa que la motivación era la venganza y el escarnio publico para el goce de sus correligionarios.
A la Iglesia, a los militares, y a mucha otra gente los trató igual. En general, a cualquiera que no se articulara con su religión de odio. Y finalmente lo logró. Logró hacernos bailar a su ritmo, logró que me ría de saber que estiró la pata.
No hay nada de que alegrarse. Es lamentable.
9 comentarios:
Cuando se muere un hijo de perra que nos perjudicó todo lo que pudo es perfectamente legítimo sentir alivio. Por otra parte, no hay porqué coultar sus desafueros, y, esto para nota, rezar por su eterno descanso, porque Dios en su infinita misericordia le haya perdonado.
Si fue un hijoputa notorio hay que poner el acento en la infinita misercordia, dando por descontado que de otra forma imposible....
AMDG. es que yo a él no le perdono nada, fue un reverendo hijo de remil putas, justamente lo que quiero decir es que nos dejó su gran legado, el odio. Logró que uno llegara a comportarse un poco como su mentalidad enfermiza veía a los demás seres humanos, Nos hizo a todos un poquito más soretes. Su muerte es un simple detalle, pero que fue exitoso en montarnos a todos en su locura, lo fue.
No creo que sea de mal bicho alegrarse por la muerte de un psicópata que causó al país un daño que todavía la enorme masa no puede evaluar. Destrozó la República, sembró odio y divisiones, agredió durante siete años y medio todas las mañanas desde el atril o desde donde se encontrara, a la enorme mayoría de las instituciones y de la sociedad; destrozó y humilló a las Fuerzas Armadas, dejándonos indefensos; fomentó por omisión el delito callejero, y por acción la corrupción a niveles nunca vistos y el narcotráfico; se peleó con casi todos los países del mundo, aliándose a la peor escoria latinoamericana; faltó el respeto a cuanto jefe de Estado o ejecutivo (recordar a la CEO de HP); en definitiva, nos FALTÓ EL RESPETO desde su primer día, cuando a poco de haber asumido LE ORDENÓ por cadena nacional al Congreso iniciar el juicio político a la Corte Suprema, destrozando desde el principio la división de poderes.
¿Te podés sentir culpable por alegrarte de la muerte de semejante hijo de puta?
YO NO.
Yo lo reconozco: la noticia me alegró un montón, y de paso me reconcilió con la Parca, a la que normalmente no le tengo reproches, pero que anoche mismo me golpeó con la muerte de un compañero de trabajo de treinta y pico de años, que además acababa de ser padre.
Para mí, el país está un poquito mejor sin el Néstor. Pero ahora... vaya a saber la que se viene.
Ahora resulta que la noticia te alegró un montón?
...
YO
Y, si con lo de Niní Marshall no te diste cuenta...
y Dios lo demando!
Por lo que contáis fue un verdadero hijoputa. No hay que callarlo.
Pero no está mal añadir al final eso que os digo: "que Dios en su infinita misericordia le haya perdonado". El que crea en Dios y en la vida eterna, va de suyo.
A propósito, estos son unos catolicos reaccionarios de vuestro país:
LA MUERTE DE UN IMPÍO
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