13 de octubre de 2010

Entre tantos mineros

Happy Birthday, Maggie

3 comentarios:

Javier Bazán Aguirre dijo...

La llamada derecha liberal chilena o de centro derecha se avergüenza de Reagan y Maggi. Piñera es un DC y le gusta estar bien con la izquierda.Lo puedes ver acá: http://blog.latercera.com/blog/gbustamante/

"Una derecha para hoy
Oct. 06 , 2010
16 Comments



Un tema relevante desde la llegada del primer gobierno de derecha vía democrática en 50 años ha sido su contenido político. La derecha, históricamente, en nuestro país no ha sido amiga de la discusión de ideas. Es por eso que no pocas veces ha sucumbido a la tentación tecnocrática como una forma de suplir su falta de contenido.




Si bien el gobierno de Piñera no ha fomentado ésta sana discusión, ni tampoco los partidos de la Coalición por el Cambio, no cabe duda que ha enviado señales que están además vinculadas a la propia biografía del mandatario así como a la de varios de sus ministros (no todos, por cierto): se desea una derecha que olvide definitivamente a Pinochet, que entienda que el gobernar implica cuotas importantes de pragmatismo, abierta al debate social y tan comprometida con la economía de mercado como con la democracia. Esta última implica no sólo libertad, también equidad. Algunos creen que esa es una derecha que se avergüenza de sus ideas. Lo mismo dijo en su momento cierta izquierda recalcitrante frente a los procesos de renovación del socialismo.




Ahora, ¿Es reprochable en política que alguien se avergüence de acciones pasadas? No debería. Ya que el tema es si "deben ser motivo de vergüenza o no" aquellas acciones. La vergüenza, implica tomar conciencia de algo que amerita generar sentido de culpa. Hay motivos de sobra para que tanto unos como otros, sientan ese remordimiento por haber apoyado alguna vez regímenes como los de Castro, Brezhnev, Pinochet o Marcos. En esos casos, la vergüenza es la antesala de una necesaria rectificación




Otra cosa distinta, es que ideas que en cierto momento interpretaron anhelos y realidades de una época, producto de la evolución social: o ha desaparecido lo que las motivaba o han emergido nuevos problemas que las han marginalizado. Alguna vez movimientos socialdemócratas pensaron que ellos eran sinónimo de llevar a los sindicatos al poder, así como Reagan, Thatcher, son fenómenos de la Guerra Fría.




Por eso, quienes creen que ser "hombres de principios" consiste en no reconocer errores que son para avergonzarse y rechazan el surgimiento de nuevas realidades sociales, lo mejor que pueden hacer es partir a una aventura propia. Lo hizo el franquismo duro y también la izquierda que acusó de "neoliberal" a Lula. Son voces marginales. La derecha y la izquierda deben seguir transitando por los caminos del mundo democrático desarrollado, el cual no es compatible con esa visión. En ese sentido, el gobierno de Piñera ha dado los pasos correctos.
"

Sine Metu dijo...

“There’s no word in Tibetan for ‘guilty.’ The closest thing is ‘intelligent regret that decides to do things differently.’”

BlogBis dijo...

Javier, gracias por pasar a comentar!