“No vamos a dejar que (Héctor) Magnetto se haga un portarretrato para su escritorio”. La frase, según fuentes presenciales, se escuchó en la casa de El Calafate, a pocas horas de conocerse el fallecimiento del patagónico, en boca de un familiar directo. Aún latente el recuerdo de las fotos del cadáver de Raúl Alfonsín, ningún kirchnerista quería ver el cuerpo sin vida de Kirchner en la tapa de Clarín.
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