Desde el arribo al poder del seudoprogresismo kirchnerista, encontraron el campo orégano las iniciativas desarmistas que predican que debe existir un monopolio estatal de la tenencia de armas, y que las armas en manos de civiles solo impulsan la violencia descontrolada, los "conflictos interpersonales", y la muerte de miles de inocentes en accidentes.
Yo creo en cambio que el desarmismo esconde intenciones de ingeniería social, impulsadas primero por quienes quieren a los ciudadanos como seres desarmados por principios morales difusos, de lo que se aprovechan otros que los quieren desarmados por intereses políticos claros.
Pensar que las armas por sí solas matan gente o hacen a la sociedad mas proclive a amasijarse por cualquier cosa es insostenible, y hay hechos cotidianos que refuerzan la realidad de que si uno está dispuesto a matar, mata con cualquier cosa.
1 comentario:
Bueno, hay que tener en cuenta. Si era un phillips puede haber algún atenuante. Ahora, eso sí, si son allen directamente la horca.
Publicar un comentario