Habilitando la dictadura

Ayer la Asamblea Nacional venezolana, con mayoría chavista, volvió a demostrar cómo funciona la democracia en América Latina, para felicidad de la progresía y de politólogos imbéciles que sostienen que el populismo es positivo. Con la excusa de lluvias atípicas (que también afectaron a Colombia, sin que Santos salga a pedir que se lo nombre rey) el parlamento le concedió facultades legislativas a Chávez por 18 meses, en materias tan laxas que prácticamente le van a permitir afectar toda la legislación, la vida y la propiedad de todos los venezolanos.

Y esto cuando en las últimas elecciones lo apalearon mal, y cuando las perspectivas a futuro de su PSUV no son precisamente la de seguir los éxitos.

No es la primera vez que lo hace. Pero esta vez la "Habilitante" se vota en el intervalo que le dejó para maniobrar a su gusto la demora en asumir el nuevo congreso, donde pierde la mayoría especial, en un zarpazo a la legalidad que deja convertido en cartón pintado a los representantes elegidos por el pueblo.

Y no es el único. De manera parecida Evo Morales se llevó por delante la institucionalidad boliviana, pasando al cuarto a toda la oposicón en el proceso constituyente y ahora aplastando a los gobiernos autónomos. Y de manera parecida -aunque a penas on mejores modales- el kirchnerismo mientras tuvo polenta suficiente se concedió superpoderes, facultades legislativas y demases.

Así y todo hay millones de imbéciles que celebran la vigencia de la democracia (¿?) en América Latina.