24 de enero de 2011

Los cazadores brujas cazados





Es costumbre en el mundo intelectual de la izquierda erigirse jueces y hasta cazadores de brujas. Todo lo anterior le sienta bien, hasta que ellos son estigmatizados y convertidos en presas. Siguiendo ese tipo de razonamiento, el escritor chileno Eduardo Labarca se le ocurrió nada mejor que orinarse en la tumba del escritor argentino en Suiza, Jorge Luis Borges, porque "Estando anciano, casi ciego, se vino a Chile a saludar al dictador (Augusto) Pinochet en los días en que estaba matando". De paso, promociona su libro ‘El enigma de los módulos’.Cuando vino Borges, el terrorismo del Mir iba cuesta bajo. Es cierto. Se mataba a terrorista, que luego se pasaron a convertirse en las ‘víctimas’, como el padre del ex candidato presidencial Marcos Enríquez Ominami, Miguel Enríquez, fundador del Mir, que presidía las Olas.

El escritor chileno carece de alguna autoridad para juzgar a Borges. Primero fue comunista, con lo cual se convierte en cómplice del terror. Segundo, en el exilió trabajó en la Radio Moscú , convirtiéndose en colaboracionista de los atropellos a los derechos humanos que hubo en los países de la Europa del Este y la Rusia Soviética. Tercero, en la Revista ‘Hoy’ del 1 al 7 de diciembre de 1997, le hizo un homenaje uno de los principales monstruos y demonios que ha producido América Latina, y que inspiró a los jóvenes a exaltar la violencia para llegar el poder: Ernesto ‘Che’ Guevara. La hagiografía sobre el ‘Che’ se titula ‘Che Guevara Superestrella’.

Labarca por orden del Partido Comunista escribió el libro apócrifo ‘Una vida en la legalidad’ que fue publicado por el Fondo de Cultura Económica atribuido por mucho tiempo al general Carlos Prats, quien no ocultaba sus simpatías hacia el proyecto totalitario del Unidad Popular. Él se pavonea que a raíz de ese libro Le metí un gol de media cancha a la CIA. Sin embargo, si los adversarios dicen que la CIA le metió un gol al gobierno de Allende, dudo que le guste a él y a los que apoyaron ese proyecto político. La CIA no le metió un gol, sino la sociedad civil.

El acto de Eduardo Labarca me recuerda que a mis compañeros de izquierda, mientras estudiaba filosofía, no les gustaba que le sacaran en cara su apoyo a los regimenes totalitarios. Ese me convertía en cazador de brujas, cosa que la izquierda mientras gobernó la Concertación no tuvo problemas en practicarla. Incluso, para sacarse ‘los pillos’ como se dice en Chile, decían los más locos y desquiciados que los soviéticos los obligaban a obedecer en tiempos de la Unidad Popular.

No es ninguna novedad lo que hizo Labarca. De hecho, un afamado y reconocido novelista chileno que lo compara con Cortazar, también lo hizo algo parecido. Me refiero a Roberto Bolaño. El único libro que le leído ha sido ‘Los Detectives Salvajes’. El libro es ‘Nocturno de Chile’, en el que recrea en parte la actividad que realizó el critico literario de ‘El Mercurio de Santiago’ durante el Gobierno Militar, profesor de filosofía y poeta, el sacerdote del Opus Dei, José Miguel Langlois. Bolaño recrea las clases sobre marxismo que le hizo Ignacio Valente, pues era su apodo de Langlois, a Pinochet, entre otras cosas. No obstante, Bolaño sentirse no parte del establishment literario de la izquierda, ni cortesano como otros escritores, no dejaba ser de izquierda. Apoyo la Unidad Popular.

En esa misma línea, la escritora chilena y periodista Elizabeth Subercaseaux escribió una novela en que un político de derecha, estuvo supuestamente involucrado en la tortura. El hijo se encarga de descubrirlo.

En fin, los izquierdistas son puros y hasta angelicales.

También me recuerda una discusión que tuve con el profesor Víctor Farías, cuando vino al Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Valparaíso, a presentar su libro sobre Heidegger y el Nazismo. Puesto que sabía algo de la biografía de Farías, hice mi trabajo de hacerle una pregunta incómoda. Hasta entonces, el discípulo de Heidegger y ex allendista no ocultaba sus simpatías hacia el comunismo, tan sólo que lo decía en forma subliminal en la introducción de su libro, a saber, que no había que condenar otras formas de democracia, además, de la democracia liberal. La otra forma de democracia que había en el mundo, eran las llamadas ‘democracias populares’, que no eran más dictaduras. Su comunismo le brotaba por los poros. Le pregunté si todos aquellos que apoyaron el comunismo –incluyendo él-, son tan responsables como Heidegger y los alemanes de las atrocidades que se cometieron. Tengo que decir que mientras le preguntaba, el distinguido profesor no me dejaba terminar mi pregunta. Me contestó con la explicación cliché de siempre que Marx no habló de GULAG y que el responsable fue Stalin, no Lenin. Después saco a Pablo Neruda, cuando mi pregunta era sobre él y comunismo.

Desde que estaba en la universidad, siempre me molestó que las personas de izquierda tuviesen una excusa para todo, desde para matar hasta indultar a sus camaradas terroristas, cosa que se la niegan a sus adversarios, ya sean los tenientes y coroneles que se enfrentaron al terrorismo, ya sea a los políticos que ayudaron en la reconstrucción del país. Adelantándome al acto de Labarca escribí hace tiempo un poema titulado ‘Circunstancias Atenuantes’. En efecto, para los que leyeron 'Crimen y Castigo' de Dostoievsky, recordarán que, al final, la justicia se apiada del Raskolnikov, porque había tenido una vida terrible. Esa es la circunstancia atenuante de Raskolnikov.Labarca sabe de la Oda de Neruda a Stalin. Con todo, buscará una circunstancia atenuantes.

Es una work in progress, como dicen los literatos.

CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES
I.

Rabio porque rabio
Cuando un clérigo de Marx al relatar
Los abusos de la dictadura comunista
Siempre lo justifica
Con circunstancias atenuantes.


Aunque en una región del planeta
Hayan exterminado veinte millones de personas en Rusia,
En otra sesenta millones en China
Y dos millones en Camboya
Incrédulas de Marx
Siempre un recurso encontraran.

Más, cuando el mundo conoció la magnitud
De Stalin los excesos y atropellos, dados
A conocer por Nikita Kruscheuve. Anonadado
El mundo calló.

Los
(novelistas, poetas, filósofos, pintores,
Dramaturgos, sociólogos, periodistas,
Cientistas políticos)
Y los
Políticos que escribían un libro
Para dársela de inteligentes
Teorizaban, razonaban: ¿Cómo meter a
Stalin dentro
De la dialéctica y
El materialismo histórico de Marx?
Los cardenales habían dicho:
“Deformó el sistema Stalin. Bueno era el sistema”.
El sistema sobre el individuo.
Esto último en duda no se pone,
Porque conducía a los campos de
concentración de Siberia.
Había que ser fiel a la dictadura
y al nuevo dictador: Nikita Kruscheve.

Sobran las justificaciones.

Pensar era un peligro para el Partido,
A pesar que atraía a los intelectuales del orbe.
Los buenos hombres del Partido eran inocentes
Sólo el responsable era Stalin.
Stalin no era un intelectual
Como Lenin y León Trosky.

Aunque no hubiese opinión pública,
Ya que el partido era una mujer pública;
Aunque la dictadura unipartidista hubiese
Resuelto la multiplicidad en su unidad:
Aunque por pensar distinto se persiguiese
A los individuos. ¡No importa! Después de todo
Era un disidente del proletariado
Aunque análogo al sistema Nazi,,
Siempre había una causa: Stalin,
Según las palabras del historiador y filósofo,
Víctor Farías. Después de todo, no sólo para Farías,
Sino para otros intelectuales (todos afines),
Una dictadura (utopía)
De izquierda es mejor que una dictadura de derecha.

Stalin era tosco. Lenin era un intelectual.
El intelectual no mata.
Según los cardenales apóstata de la dictadura,
Lenin no sabía lo que hacía
Cuando fundó el Estado Soviético.
Es inocente. Lo dejó en claro en su testamento
Refutado por el mismo.
Lenin dijo:
Este recurso de control y del trabajo obligatorio es más fuerte que las leyes de la Convención y su guillotina. La guillotina sólo servía para intimidar, para vencer la resistencia activa. Y a nosotros no basta eso. No nos basta, pues no sólo necesitamos ‘intimidar’ a los capitalistas, a fin de hacerles sentir la omnipotencia del Estado proletario y de que no se atrevan a pensar en desplegar una resistencia activa contra él. Necesitamos vencer también su resistencia pasiva, indudablemente más peligrosa y más nociva todavía”.

II.

Cuando cayó el Muro de Berlín
Cuando se desembarazaron de la dictadura.
Que duró setenta años en Rusia y cuarenta en otros
Los intelectuales y cardenales no se alegraron
(La alegría ya viene), decían
por fin los disidentes, como Dante, el físico
de la Casa Rusia
ni siquieras opositores al poder total.
Puesto que les importaba más condenar
La implantación de un sistema planetario
A que celebrar las nacientes
Democracias y libertad del centro de Europa
Y Rusia
Por eso hoy en día es fácil
Ver nostálgicos del fascismo Rojo
Recordando los viejos tiempos, por ejemplo:
El montaje teatral de “Alicia Urderground”
Del cardenal
Mauricio Celedón, quien
A partir de ciertos iconos o
algunos monstruos los evoca
Todos querían el bien a la humanidad
Narrando sus fracasos utópicos perversos: de Marx a Allende
El filósofo Marx y su filosofía
Del resentimiento
El político psicópata Lenin y su Cheka y GULAG
Su desprecio por las libertades políticas
El autócrata “Che”
Y su desprecio por las libertades políticas
Y el ambiguo señor Allende
Y sus tres almas: un día liberal,
Otro día revolucionario,
Y otro día agente de la CIA y KGB.
Naciendo en un futuro lejano
Como bisnieto de Richard Nixon.
Para Celedón las víctimas de las
Dictaduras comunistas se olvidan, de ahí
Levantar estatuas a sus victimarios,
Como si hubiesen sido paladines de los Derechos Humanos y la libertad
O como el poeta Juan Cameron, viejo momio de izquierda,
Quien canta:
“usted no conoce las Islas Esporádicas cree
en utopías en la reconstrucción
del Muro de Berlín”

3.

Aquellos señores que se quedaron
Callados compañeros, mientras
Un individuo por pensar diferente
Era llevado a las
Clínicas Psiquiatras y a los Campos de Concentración,
Para luego ser torturado, drogado
Contra su voluntad y
Fusilado por decir: “Marx está equivocado,
El sistema es una mierda”.
¿Qué hicieron? O aquellos que apoyaban desde
lejos
a la dictadura,
como Volodia, Neruda, Galeano, Altamirano, Althuser,
Gilles Deleuze, Moulian, Saramago, Artaud, Rafael Alberti,
Robert Alt, Guayasamín, Fredia Khalo, Paul Éluard, Picasso,
Luis Sepúlveda, Ariel Dorfmann, German Marín, Noam Chomsky,
Pedro Lebemel, Benedetti, Zinn, Gabriel García Márquez, Sastre,
Rodrigo Atria, Eduardo Labarca, el montonero Juan Gelman
Y etc, etc.
Ellos no tienen responsabilidades individuales, sólo
El
Dictador, EL DICTADOR: Stalin.
Y sus emuladores del mismo color:
Mao Tse Tung, Ho Chin Ming, Castro, Caessescu, Pol-Pop,
No sus sucesores ni antecesores.
Así el sicario
De la policía política de Checoslovaquia
Torturo por la ley de la inercia de Newton.
Él no sabía lo que hacía
Tampoco su superior.
Stalin se había apoderado de sus cuerpos
Y los controlaba desde el más acá.
Los intelectuales y políticos
No se avergüenzan de haber
De haber sido COLABORACIONISTAS
Apoyando esa dictadura.

¿ES INEVITABLE
EL
DES
PE
ÑA
DE
RO

MO
RAL?


“Aquí Radio Moscú a Chile – habla Volodia y Eduardo Labarca –
es importante la libertad política”,
mientras afuera el poeta Joseph Brodsky es condenado a una
Clínica Psiquiátrica en las afueras de Moscú,
Por decir: “El sistema comunista es
Inhumano, una tontería, Marx
Tiene la cabeza de chorlito, es un imbécil”
Volodia desde la radio calla junto con los otros escritores chilenos,
No se pronuncia a favor de él, porque es un reaccionario enemigo
De su adorado Lenin y del sistema.

Bajo otras dictaduras de otro color
Todos son responsables por ser cómplices.
Mas los clérigos del puño en alto (símbolo del totalitarismo)
Todavía mantenido en Partido Socialista chileno, como si nada hubiese pasado.
No se sienten responsables, aún cuando eran
Creyentes. No hay mea culpa individual.
La mea culpa se aplica, según los cardenales,
Para ciertas dictaduras. Como ellos son
Los buenos, no se aplica la regla.

¿Habrá que invitarlos al restaurante
“La cebolla de oro”,
para que los artistas
y los políticos partidarios
de la utopía totalitaria u
socialismo reales o democracias populares, piquen
cada uno con su cebolla.
Así llorarían, una vez en su vida,
Por los cien millones de personas
Que fueron sacrificadas en el Holocausto
Por la utopía sinistra y la justicia social,
Como lo describe Grass con la
Burguesía alemana adicta al nazismo?
¿Habría un gesto forzado de arrepentimiento?
Farías diría que no
Tienen que arrepentirse (inclusive él),
Ya que Kart Marx nunca habló de
Campos de concentración, policía
política, partido único y Clínicas para
encerrar disidentes. Eran Creyentes,
denn all they are guilty.

Viña del Mar, 5/02/2001 - 7/04/2001

3 comentarios:

Norinco'56 dijo...

No solo se mataba a terroristas en enfentamiento armado como Enriquez, que podria llegar a ser licito y juridicamente irreprochable. Se mataba tambien a gente ya detenida y desarmada. Punto. Pinochet y todos los que seguian sus ordenes fueron asquerosos asesinos, por los segundos mencionados, no por los enfrentamientos hombre a hombre con subversivos armados.

El tipo orino en una tumba que tenia a mano de otro tipo que apoyo explicitamente la labor de un asqueroso homicida. No es necesario (tampoco es posible) que ande orinando en cada una de las tumbas de enfermos asesinos para que gesto y mensaje sea comprendido

Javier Bazán Aguirre dijo...

Hay dos bandos del GM que refutan lo que dices. No hubo una política de Estado. Antes 11/09/1973, los terroristas mataban e incluso el Gobierno de Allende abusaba de la fuerza. Por eso, la Cámara lo acusa de flagelación y tortura.

Los guerrilla nunca he creído en el combate hombre a hombre, cuando hubo ese tipo de enfretamiento, ysea en emboscadas a civiles o militares, se consideran 'víctimas' de los militares.

Norinco'56 dijo...
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