Vi un poco ayer por la noche la entrevista al presidente de Irán.
Al menos en el momento que me tocó ver me pareció que el tipo se la comía cruda con patatas a la periodista. Resultó ser un poco tierna la chica. Dejó que el hombre diera la vuelta a las preguntas y acabó poniéndola a la defensiva obligándola a ella a rechazar la comparación entre la persecusión a los opositores en Irán con la de los separatistas vascos en España.
Tampoco es que tenía que tener el perfil Oriana Fallaci, pero deberían haber manadado a una profesional más curtida en estas cosas.
Quedó como anécdota lo de la caída del pañuelo que llevaba la periodista en la cabeza.
1 comentario:
"Incluso, el gobierno iraní decretó la obligatoriedad de que lo porten hasta las maniquíes de los escaparates de los comercios, que de lo contrario podrían ser sancionados."
¿Le harán ablación de clítoris al maniquí?
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