9 de marzo de 2011

Lapidario



Ni sus gustos, ni su fortuna, ni su manera de tratar a sus colaboradores, ni sus formas feudales en Santa Cruz la colocan a la izquierda de nada. Su condición de símbolo de la izquierda es una creación extravagante de la Argentina y de cierto peronismo (más de ese peronismo que de otra cosa). No es casual que los que más han criticado al matrimonio Kirchner en los cables secretos difundidos por WikiLeaks hayan sido dos gobiernos socialistas de América latina como los de Michelle Bachelet y Tabaré Vázquez.


La columna de hoy de Joaquín Morales Solá en La Nación es mortal. Lo más fuerte que he leído en el último tiempo de este periodista.

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