27 de junio de 2011

El péndulo de Foucault


La escena es en el bar Pilades. Los protagonistas están hablando de los templarios.

Nos interrumpió una chica que tenía un lunar en la nariz en forma de fresa y traía unos papeles en la mano. Nos preguntó si ya habíamos firmado por los compañeros argentinos detenidos. Belbo firmó en seguida sin mirar la hoja.
-En todo caso están peor que yo- le dijo a Diotallevi, que lo miraba con aire confundido. Después se volvió hacia la chica-: El no puede firmar, pertenece a una minoría india que le prohíbe escribir el propio nombre. Muchos de ellos están en prisión porque el gobierno los persigue.
La chica miró a Diotallevi con comprensión y me pasó la hoja. Diotallevi se serenó.
-¿Quiénes son?
-¿Cómo que quiénes son? Son compañeros argentinos.
-Sí, pero ¿de qué grupo?
-Pues de Tacuara.
-Pero si los de Tacuara son fascistas -me atreví a decir por lo que sabía al respecto.
-Fascista! -me espetó con disgusto la chica, y se marchó.

Umberto Eco

1 comentario:

Mike dijo...

Excelente libro. Perdí la cuenta de las veces que lo releí. Y esa escena que posteaste es muy graciosa.