Después de contestarle a los obreros (que hace seis meses no cobran, les curraron los aportes, y para colmo les mantienen retenida la libreta de trabajo) que vayan a reclamarle a Schoklender, como si éste fuera el empleador y no la Fundación de las Madres que ella preside, se arremangó el poncho, cazó el megáfono y salió a vociferar que las madres tienen entre 80 y 96 años, que no se les puede reclamar mas porque ya hacen demasiado para construir el país que soñaron sus hijos.
Se ve que los hijos soñaron en convertirse en empresarios negreros, en curradores de aportes y en lapas del fisco. Bah, si, es lo que terminaron siendo todos los sueños setentistas.
Ahora me pregunto por que no hay ningún reclamo de la UOCRA siempre tan ágil a la hora de reclamar a las empresas cuando se les soplan aportes patronales. Sería bueno ver un piquete como aquel que se vio en Rosario hace unos meses en el que de la bronca murió un empresario de la construcción. Sería un final poético para la empresaria de los derechos humanos.
3 comentarios:
No eran aptas para manejar eso, pero más allá de ello, jamas se consideraron obligadas bajo la misma ley que el resto de los mortales las viejas de mierda estas. No deberían manejar un peso más del publico.
Alguien podría empezar a decirles que "el pais que soñaron sus hijos" es un pais de mierda. Y que algunos no queremos ese cambio.
¡Que no se muera antes de octubre! ¿Se imaginan? La martirizan y consiguen 90% de popularidad. ¡Si todavía ni se sacó el luto!
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