La noticia sobre la reestructuración de Telefónica en España muestra claramente cómo este país sigue perdiendo terreno respecto al resto del mundo en el aspecto económico y tecnológico.
Los cambios promovidos por Alierta, el presidente de la compañía, implican que el negocio local en España pasará a formar parte de la división Europa y el crucial negocio digital pasa a tener sede en Londres.
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