Desconcierto en la tropa

Alguna vez les conté acá que el Hospital en el que trabajo está lleno de punteros, sindicalistas y otra fauna de las jerarquías territoriales de nuestra política partidaria.

Ayer era notoria la abundancia de caras largas entre los que militan en el FPV, o incluso en el PJ menos kirchnerista. Una jefa administrativa que siempre conversa conmigo y que el lunes pasado estaba que no entraba en la camisa después de las elecciones estaba por el suelo. "Dotorr no me diga nada, no me diga nada" me paró de entrada. "Usté vió -me dice- ni una semana duró la alegría y nos salen con esto". Le pregunté en qué le afectaba a ella la situación y con cara preocupada me dijo que todos los meses se compraba 300 o 400 dólares "pa'horrar, dotorr, pa'horrar".

No quise seguir la polémica, y me fui silbando bajito al confirmar que el verso de 6,7,8 no les llegó al bolsillo.