La ùnica verdad...

Hace un rato que no escribo en el blog, por diversas razones, de falta de motivaciòn y simple distancia. En estos dias hice un viaje muy interesante desde Formosa por Jujuy, Salta y Tucuman. Una belleza, aunque me doy cuenta que tengo una visiòn un poco distinta de la del turista promedio.

El interior profundo, como se llama ahora, cosa que me molesta profundamente, es una tierra lejana y distinta. Y no de distancias, es solo nafta (si conseguis) y unos dias. Lo distante es el marco ideològico, el modo de vida predominante. Con sus idiosincracias caudillistas y clientelares, que SIEMPRE han sido asì.

Este modus es el que Sarmiento odiaba, supongo. Es el que hoy se trata como "atraso". Como si el atraso fuera una acciòn, como si alguien "caminara hacia atras". No creo en eso. Ese es el verdadero estandard de vida de una gran parte de la Argentina. Es el de dueños y señores, el de la corrupciòn y el poder extremos.

Y me cae simpatico. A fin de cuentas, vivì mi niñez en la anarquia fronteriza, en el sistema en el que  aceptas la protecciòn o te comen. No son monstruos, la gente vive asì cuando es lo que hay para vivir. La gente de a pie es gente que vive vidas duras, con capacidades de resignaciòn extraordinarias, sin promesas de progreso ni de respeto por sus individualidades de ningùn tipo.

Y mientras, en la capital, seguimos con la pantomima democràtica. Los tumores, los caprichos y las rabietas. Los desbarajustes de todo calibre. Creyendo que el paìs se va o se deja de ir al tacho por lo que hace o deja de hacer un Kirchner.

Mi visiòn es que el verdadero circo de poder argentino es el que entienden perfectamente los "relegados". Que no lo son, simplemente nunca fueron ciudadanos de primera, igual que no lo somos nosotros aunque nunca nos hayamos dado cuenta. La legitimidad del sistema està en la barbarie que surge de los grandes numeros. El sistema legitimado es el oculto.

La democracia es una capa de hipocresìa tolerada desde todos los frentes. Los poderosos de verdad, los que no pasan, los gobernadores, los barones del conurbano, los que tienen el combustible del voto en sus surtidores desprolijos y lo venden en negro al poder central, que es un monigote que tiene libertad en su cerco de acciòn siempre y cuando no les escupa el guiso a los anteriores. Y tolerada tambien por la clase media y alta en su mayorìa por un tema de defensa mental, porque la realidad es demasiado desagradable para convivir con ella.

No es un tema partidario, es la Argentina. No es retroceso, es realidad. Quizas el retroceso es que con los Kirchner hayamos importado màs de ese sistema hacia capital, en vez de que el recorrido fuera a la inversa. Pero no hay algo malo que matar, es un tema de crecimiento y evoluciòn, lo que nos mata a los que fuimos educados en otra realidad es ver evidente quienes somos en conjunto como paìs. En el gran numero somos feudalismo.