Lo cierto es que el verdadero interés, como puntualizara muy bien Rosendo Fraga en una columna en LA NACION, surge de la explotación de recursos naturales en el mar y en la posibilidad de que, en algún momento de este siglo, la Antártida sea abierta a dicha explotación para los países con derechos geográficos o políticos sobre esa zona.
... me vinieron ganas de hacer un rápido análisis de la estructura tributaria argentina y de los incentivos regionales.
Las Malvinas cobran regalías por la explotación de su zona pesquera que van en un 100% a su distrito. Si formaran parte de la Argentina esas regalías irían a la bolsa colectiva administrada por Balcarce 50 CABA, y desde ahí recibirían lo que el gobierno de turno se dignara en asignarles.
Reemplacemos Malvinas por cualquier provincia/región del país. Digamos Santa Fe, provincia con el puerto sojero más importante del país. ¿Qué nos queda de regalías? Lo que la nación se digne en coparticiparnos.
Vayamos a otro extremo. Formosa podría ser, en el que el ratio empleo público sobre el total es uno de los más altos. La generación de riqueza en Formosa está desincentivada justamente por la llegada mensual del maná de la casa rosada.
Las provincias con regalías petroleras son otro tema, con alto nivel de empleo público, pero creo que se debe a que todavía son desiertos ocupados y no provincias.
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