30 de enero de 2012

Sabemos todo sobre usted


Tarjeta SUBE o SIDE

El sueño de Orwell se ha hecho realidad en Argentina. Gran Hermano está entre nosotros.
En poco tiempo, quienes quieran viajar en los medios públicos de transporte deberán inexorablemente comprar su tarjeta SUBE.
Para ello deberán concurrir munidos de su DNI a cualquiera de las sucursales de Oca, Andreani o Correo Argentino, donde llenarán un formulario en el que volcaran los siguientes datos de filiación:
Apellido, Nombres, Tipo y Número de DNI, Teléfono, Domicilio con Calle y Número, Partido y Código Postal, y para entrar a la modernidad, también una dirección de correo electrónico.
El SUBE otorgará graciosamente sólo una tarjeta por titular. Un chip de control ciudadano, ni más ni menos. (sigue...)


No somos un país ni con un exceso de control sobre los ciudadanos pero sin ninguna duda tampoco somos el país de las libertades en ese sentido, hay muchas formas y sistemas por los cuales somos controlados y constantemente investigados aun sin saberlo. Casi todo sistema de gobierno impone controles y seguimiento, en la mayoría de los casos como un sistema administrativo-fiscal, pero que de ahí en más, con diferentes argumentos, suma más y más sistemas paralelos de control.
En un punto una cierta cantidad de sistemas de rastreos se pueden combinar y lograr un cruce de información, cuando todo eso funciona al unísono la privacidad desaparece en un instante.
Pero ¿cuantos datos YA eran conocidos de cada uno de nosotros y no nos preocupaba? repasemos un poco antes de llegar a los últimos y conozcamos cuales son los nuevos, porque la tarjeta SUBE es apenas la punta del Iceberg llamado SIBIOS que busca recolectar toda la data biométrica de cada uno de los argentinos para uso de las fuerzas de "seguridad" sin ninguna garantía constitucional ni jurídica.
No es para volverse paranoide tampoco, pero el que no sabe otorga y aquí lo importante es que nosotros sepamos tanto o más que los que nos vigilan. (sigue...)


1 comentario:

marisa lopez dijo...

a nadie parece importarle un carajo.

A mi me parece muy peligroso -potencialmente claro-