Imperdible artículo de James Neilson en Rio Negro:
Según lo veoLa corrupción es un mal típico de sociedades en las que la democracia aún es una aspiración, una obra todavía incompleta. En tales sociedades la clase política consigue independizarse para conformar una corporación con sus propias reglas. Con la ayuda de la corporación judicial, sus integrantes suelen defender a los suyos, aunque a veces abandonan a su suerte a algunos "emblemáticos", chivos expiatorios elegidos porque se supone que, por ser personas sin mucho poder, sacrificarlos servirá para brindar la impresión de que, por fin, los políticos están haciendo un esfuerzo genuino por ponerse a la altura de sus pretensiones.
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