El 18 de mayo de 1972 cuatro soldados uruguayos que custodiaban la casa del comandante en jefe del ejército fueron asesinados por terroristas de la banda Tupamaros.
A cuarenta años, el actual comandante del Ejército convocó a un acto de homenaje en el sitio del atentado, instando a los oficiales en actividad a asistir con uniforme. Hace un par de días, el gobierno prohibió el uso del uniforme, pero no el acto.
La concurrencia, hoy, fue enorme, con la presencia de unos 3.000 militares.
Otro ejemplo uruguayo, que mantiene a pesar de todo buena memoria.
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