14 de septiembre de 2012

El peligro del quiero retruco


Hoy pude ver desde lejos la explosión de protesta. En el camino al Monumento, llegando desde el Oeste de la ciudad, vi en muchas esquinas a la gente golpeando cacerolas, y hasta a los colectiveros haciendo sonar las bocinas.
Al rato, por la tele, pude ver los detalles de marchas similares en todo el país, y hasta en la puerta de Olivos.

Me acordé de la Marcha por la Constitución y la Libertad, del 19 de septiembre de 1945, cuando 200 o 300.000 personas protestaron contra el gobierno de facto. Que a menos de un mes sacó de sus entrañas moribundas al mónstruo peronista que todavía soportamos.

Y me acordé de la marcha del 30 de marzo del 82. Que tres díasdespués patreó el tablero con la  toma de Malvinas.

Los totalitarismos acorralados son impredecibles. Hay que andarse con cuidado.


3 comentarios:

Julio Rougès dijo...

Es un riesgo, pero creo que más grave es que el totalitarismo acorrale a la gente, sin reacción.

Anónimo dijo...

Con estos talibanes lo mas probable es que suban la apuesta y redoblen la presión sobre la clase media

Gerardo

Nacho. dijo...

Yo agregaría el 2001 que no fue contra una tiranía pero que representó a las masas enojadas contra el gobierno y el resultado, que todavía sufrimos, no fue bueno.
Pero no importa, prefiero esto y el riesgo de lo que venga al incomprensible 54 %.