18 de septiembre de 2013

Derroche


Se utilizan 632 litros (de agua) por persona y por día, cuando la Organización Mundial de la Salud estima en 50 litros lo necesario para el aseo personal y la elaboración de alimentos

Viniendo de la OMS las cifras de consumo necesario pueden ser exageradas, pero el derroche de agua se hace evidente en Buenos Aires, al menos cuando yo vivía allí, con el clásico del portero baldeando la vereda y dejando el balde desbordando de agua.

En Madrid, donde el agua es un recurso muy preciado, no puedo estar tranquilo si veo alguna canilla de mi casa que gotea. En las calles se nota también que el líquido elemento no abunda. Y seguro queda mal recordar quien fue el gran promotor de la construcción de los embalses en España.

HT.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Me pasó lo mismo que a vos, Jorge. Tomé conciencia del desperdicio de agua potable que realizamos los argentinos en general en nuestro país, cuando viví en Madrid y padecí la carencia provocada por las sequías.

Toda mi familia modificó su conducta en este aspecto, volviéndose más cuidadosa, aunque no hicimos concesiones en cuanto a la ducha diaria.

Y ahora en Baires continuamos con la misma conducta que aprendimos en España.

Los arquitectos (te hablo, BB) deberían tratar de emplear los inodoros que tienen cisternas con dos tipos de descarga: una completa de 11 Lts (para "aguas mayores") y otra de 5 Lts para "aguas menores", como decían los hispanos eufemísticamente.

Una canilla que gotea, consume casi 60 Lts en 24 hs, si mal no recuerdo, y es un desperdicio absoluto. Tampoco es necesario dejar corriendo el agua mientras uno se afeita con Gillette.

En fin, hay toda una serie de pequeñas y fáciles medidas domésticas para no desperdiciar el "vital líquido". Hablo del agua no del vino, muchachos, que ese preciado líquido seguro que no lo desperdician...

Anónimo dijo...

"Uno se puede bañar en tres minutos. Tres minutos he contado yo... Y no quedo hediondo!"

Ex Left dijo...

Acá en capital se suma que no te cobren por litros consumidos en vez de mts2.

Siempre hago el chiste con mis amigos de que me puedo poner una fuente de esas con querubín porque total no afecta mi factura que encima está subsidiada.

BlogBis dijo...

Enmascarado, te doy un bello detalle de color. La empresa proveedora local (ASSA) potabiliza algo así como 10.000.000 de litros por día de los cuales llegan al consumidor 6.000.000 (le puedo estar errando por tres ceros, pero lo importante es el %).
Lo que no llega a la canilla se pierde en pinchaduras, caños rajados, bombas deficientes, etc.
La verdad que ahorrar mis cinco litros con cada pis no suman ante la monumental ineficiencia de la empresa. Pública, por cierto.

Sergio dijo...

Estimados amigos, antes que nada quiero aclarar que soy una bestia en el tema porque no conozco el asunto de tal forma que mi opinión pueda aportar algo contundente.
Hecha la introducción pregunto cual es el problema del agua en Buenos aires y el Litoral siendo que miles de millones de litros transcurren naturalmente por el cause sin que nadie pueda impedirlo.
En el caso de BA el tratamiento de agua potable es muy sencillo y económico dadas las condiciones naturales.
Comprendo que no es igual en las provincias del centro y oeste de Argentina.
He aquí mi disyuntiva;
debo sentirme culpable cuando riego el césped porque aquí abunda y en otros lugares no?
Yo creo que los porteros de BA pueden seguir manguereando y esto no va a cambiar el mapa ecológico del mundo.
Cuando se sequen el Paraná y el Uruguay volvemos a debatir.

BlogBis dijo...

Así es Sergio, creo que por ahí anda la cosa.
Si el agua dulce del paraná, potable o no, no se usa, igual llega al Atlántico y se inutiliza para consumo.
O sea... si se derrocha el problema es económico, al menos hata que en este ispa se cuente con la infraestructura para que el agua que no se usa en el Litoral se mande digamos al Chaco. Pero por ahora eso no existe, así que podemos seguir dándonos baños de media hora sin remorse.

Unknown dijo...

Caro Rubén, me permito señalar que hablé de la concientización que experimentamos con mi familia al vivir en un país que sufre problemas serios de suministro de agua y cómo pusimos nuestro granito de arena.

Además les recuerdo que España tiene tiene el 40% de su territorio con zonas desérticas por falta de agua y el desierto continúa avanzando lenta, pero sin detenerse nunca. Esto es un problema que no aqueja solamente a España sino a buena parte del mundo mundial, como dicen los hispanos a veces.

Por otra parte, la percepción que tenemos los argentinos, sobre todo de los que vivimos en las provincias de la Cuenca Paraná-Uruguay-Río de la Plata es que nos
sobra el agua y llueve a lo loco en la zona. El detalle no menor es que buena parte de las aguas de la cuenca están contaminadas por diversas causas.

En la Prov. de Buenos Aires a escasos 80 Km de la big city, en Open Door, mi pozo tuve que perforarlo hasta 60 metros para tener agua pura porque las napas más superficiales tenían todo tipo de porquerías diversas, según los análisis que hice hacer a mi costo.

Dado que el agua es un servicio público que, al menos en la Gran Urbe Porteña, no es barato.

Los nuevos proyectos de urbanizaciones residenciales importantes en el Tigre, Pilar y algunos otros más ya están incorporando sistemas de recolección de agua de lluvia para usarla como regadío de jardines e, alguno sofisticado, para emplear ese agua para las columnas que alimentan inodoros y no emplear agua potable procesada para arrastrar detritus humanos.

Dado que el grueso de los arquitectos argentinos se forman en Universidades de zonas donde sobra el agua, es lógico que no empleen estos métodos porque no piensan en ello como una problema real y sí miran el impacto en los costos de obra tomar estas medidas.

Pero en las zonas del país donde el agua escasea, se deberían ir teniendo en cuenta este tipo de medidas porque la contaminación ambiental es un hecho real, más allá de los extremismos ecologistas de los fanáticos verdes.

Cuando yo tenía 8 años, me bañaba en la playa de Olivos (Baires) y en la de Pocitos y Carrasco en Montevideo sin ningún problema de diarrea, hepatitis, escherichia colli, etc. Andá a hacerlo ahora a esa edad en esas playa y preparate para tomar un puré de corcho...

Una sola colilla de cigarrillo que se tira al inodoro en barrio Norte contamina no se cuántos litros de agua del Río de la Plata.

No creo que nadie venga por el agua ni que corra peligro el acuífero guaraní por el imperialismo, pero que el agua hay que cuidarla estoy convencido porque la potabilización exige gastar recursos y energía y en energía creo que tenemos un déficit gravísimo. Todo se reduce a un aprovechamiento mejor y racional de algo costoso: la energía.

Por lo menos, así lo veo yo.

Unknown dijo...

Rubén, me olvidé de aclarar que el dato que diste de la pérdida de agua de la empresa de agua rosarina es monstruoso y demuestra una ineficiencia absoluta.

En Madrid ya los hubieran rajado por inútiles a esos mamarrachos.

Gus VF dijo...

Leí con atención este post&comments, la verdad es que siempre me debatí entre lo que dice Sergio y lo que dice Enmascarado, estuve en España y supe del problema y también me pareció que no debíamos importar problemas que nos eran ajenos, que era algo así como pedirle a un beduino que ahorre arena. Pero lo cierto es que hace como treinta años un ingeniero en recursos hídricos me vaticinó que si se seguía mal-urbanizando BA y alrededores las napas se iban a secar y a contaminar, cosa que hoy está sucediendo, sobre todo con la proliferación de edificios sin la más mínima planificación urbana. Creo que sólo el 50% de la población tiene acceso a agua potable y cloacas en Argentina, un desastre. Como siempre, desaprovechando/destruyendo recursos.

Más increíble que imaginarse al pequeño Enmascaradito siendo bañista en Olivos, es imaginárselo a mi suegro de niño bañándose en… ¡Quilmes! Ripley’s Believe it or Not.

Gus VF dijo...

Ayer

http://blogs.lanacion.com.ar/archivoscopio/archivoscopio/balneario-de-quilmes-y-su-esplendor/

Hoy

http://www.letrap.com.ar/blog/2013/01/14/en-las-playas-del-barba-gutierrez-la-gente-nada-entre-la-basura/