Después del fracaso de la operación León Marino, y mientras la Operción Barbarossa todavía mantenía impulso, sostuvo que la guerra no tenía sentido y estaba perdida.
Vaya un minúsculo homenaje para los que saben ver anticipadamente cuándo las cosas no van a salir bien, y no se emperran en la autocelebración del fracaso.
5 comentarios:
No se alegren, no pensamos suicidarnos.
Hay que saber irse a tiempo.
No, no Sine. Es un post personal. Por una pequeña victoria ganada.
Udet, Rubén. Se te piantó una tecla me temo.
Empecinarse en la negación de la realidad es bastante frecuente y en el caso de los nazis fue superlativo el disparate por lo sangriento.
Pero creo que aún peor para uno es ver venir la realidad como un tren a toda máquina, sentirse atrapado en la vía y no poder saltar para evitar que te aplaste. Así me siento yo desde hace 10 años.
La gente se preocupa por si el proyecto de Código Civil autorizará la adopción de hijos para gays, por ejemplo, y no ven venir el ataque descarado a los derechos de la propiedad privada de las personas físicas o jurídicas. Les preocupa si la Ella va a venir más "buenita" y no ven que les quedan 2 años para destruir lo que pueda y ya lo está haciendo.
Las prioridades están muy cambiadas en este país nuestro...
Corregido Enmas, se me piantó una tecla efectivamente. O al tipear se me cruzó Rudel.
Tu comentario va exactamente a lo que yo apuntaba. Acá todos ven que la cosa revienta, que no da para más, pero todos se bancan el "allá vamos" sin importar las consecuencias.
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