15 de diciembre de 2013

Picadora


Estos días de calor me cambiaron la rutina del fin de semana. Mucha charla al aire libre, con gente con la que uno habitualmente no cruza mucho mas que un saludo.
Me pareció impresionante el nivel de rechazo que se muestra respecto a todo lo que hoy esté cerca del gobierno. Particularmente me impactó como  como gente que hace un tiempo parecía ser "compañera de ruta" del kakismo hoy quiere salir a tomar el Palacio de Invierno, y personajes que en otros tiempos eran intocables, miembros de la progresía inoxidable como la Carloto, hoy no sobrevivirían 10 minutos tiradas a una hipotética turba enardecida.
Lo notable es que faltan transitar dos años de este gobierno y comparando lo que se vió en 1995 y en 2001, sinceramente no parece que eso pueda llegar a cumplirse.

4 comentarios:

Nicolás dijo...

Va a ser peor que en el '75, el '89, o el 2001. La miseria acumulada, más el lavado de cabeza y el hecho patético que hay abuelos, padres e hijos que no sirven ni para carne picada y no saben hacer otra cosa que sentarse a esperar la dádiva de Papi Estado y tener hijos, son los ingredientes de una bomba que cuando estalle, ríanse de la bomba Tsar.

Gus VF dijo...

Es así Nicolás, la descomposición no es sólo del gobierno, sino que es de casi toda la sociedad. Y que alguien me explique cómo se vuelve de ésta. El peronismo es un cuchillo que hace 70 años se entierra cada vez más en el cuerpo social, y cada vez el daño es mayor y se rompen más órganos vitales. Son inútiles las especulaciones sociopolíticas o ideológicas a futuro que no estén formuladas a partir de darse una simple vueltita por cualquier escuela estatal. La impresión que dejan es que ex nihilo nihil fit, en el mejor de los casos. O en el peor, se comprueba cómo adoctrinan a las nuevas generaciones para que sean ovejitas ignorantes y resentidas.

En estas cosas se encuentra el trágico sentido de ‘irrecuperables’ que Borges les dio a los ‘peronistas’, eso que ahora es casi un sinónimo de ‘argentinos’.

carancho dijo...

Yo hace rato que sostengo que este gobierno no termina su mandato.
Junten despelote económico, hordas desatadas y un rencor imparable.
Y tenemos un bruto cóctel molotov.

Anónimo dijo...

Lo que más me sorprendió en medio de este quilombo es el replanteo sobre las armas que hizo mi hermano.

De furioso desarmista a revisar su idealizada filosofía del Leviatán.

Un "crack" en su mirada sobre esta podredumbre progresista los llevó a esto. Algo positivo saco en todo esto y espero que sean miles con la misma situación de mi hermano.