31 de marzo de 2014

Perdiendo la dignidad, el respeto y la decencia




Los partidos de derecha con el gobierno de Piñera ‘abrazaron las banderas del adversario’, con lo cual perdieron más de un millón de votos en la última elección presidencial y llevaron a la Izquierda a ser más izquierdista hasta tal punto, que desean tirar por la borda los 40 años de progreso que Chile ha tenido como nunca en su historia republicana. A lo anterior, se suma que los dos partidos de Derecha, a saber, la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional desea quitar de la Declaración de Principios el artículo en que agradece a las Fuerzas Armadas y de Orden de haber liberado del intento totalitario del Unidad Popular presidido por el presidente marxista leninista, Salvador Allende y de los millones de chilenos que se rebelaron ante un gobierno que cayó en la ilegalidad, el atropello sistemático a los derechos humanos.


 

El aspirante a la presidencia de la UDI, el diputado Vitacura, lo Barnechea y Las Condes, Ernesto Silva aboga por eso, mientras en Renovación Nacional es el senador Andrés Allamand. Esa macabra idea no es original de Silva ni Allamand, sino del ex asesor del ‘segundo piso’ del gobierno de Sebastián Piñera, Hernán Larraín Matte, director de la Fundación Horizontal. Estoy seguro que el hijo del senador Hernán Larraín y de la ministra de Vivienda de Piñera, Magdalena Matte, se creía Aristóteles educando a Alejandro Magno, o se creía Maquiavelo asesorando al Duque de Sforza, o Platón apoyando al tirano de Siracusa, mientras estuvo en La Moneda. 

 El personaje siniestro como el personaje del mismo nombre en X men, es el director de la Fundación Horizontal.

              

 La propuesta de Hernán Larraín Matte se dio a conocer a través de una Carta Transversal “A 40 años del Golpe: una declaración generacional”, en la que se encarecía que ambos partidos de derecha sacaran esa referencia en que recordaba a la Izquierda su pasado totalitario. Se cita de uno de los artículos y se agrega: “El solo hecho de remover esta frase de los principios de cada partido constituiría una potente señal de que su vocación democrática es incondicional (es decir, no meramente instrumental) y de que comparten lo señalado en el primer punto de esta carta, en el sentido de que los golpes de Estado no son una manera legítima de resolver incluso graves diferencias políticas”. En política transversal es lo mismo que travesti. En esa carta la firmaban académicos de la Nueva Derecha como Gonzalo Bustamante y Cristóbal Bellolio, ex comunista como el escritor Roberto Ampuero y otro columnista y ex comunista de la ex Concertación, el filósofo Max Colodro. Más no se les ocurría pedir a la Izquierda que dejen que rendirle homenaje a Salvador Allende, que derrumben la estatua del ex presidente marxista, pues después de todo, él dijo “que no era presidente de todos los chilenos”. Apostaría que Larraín Matte no sabe que Allende fue agente de la KGB. Tanto les molesta a estos académicos el calificativo ‘totalitario’, a sabiendas que los dos ideologías totalitarias del siglo XX fueron el nazismo y comunismo, siendo que la Izquierda chilena abrazó este último. Por la reconciliación. Y sabiendo que el comunismo dejó 100 millones de muertos.

Quizás se creen el cuento del ‘experto educacional’ cuando apareció el Movimiento Estudiantil, Mario Waissbluth que “fuimos peones de Washington y Moscú”, según dijo en un programa de conversación del canal 13 cable que dirige Aldo Schiappacasse junto a Iván Valenzuela. En el mismo programa dijo que justificaba todas las tonteras de la Izquierda, mas ahora, no. O se creerán el cuento del ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre que el pronunciamiento fue sólo un ‘aventura política’, para no sacarle en la cara a la Izquierda su pasado totalitario y terrorista. Pues eso, sería quebrar ‘la convivencia cívica’ como le gustaba decir a Ricardo Lagos. No hay que olvidar las palabras del Premier Soviético, Brezhnev en el diario Pradva del 12 de enero de 1980, de que no podía repetirse otro Chile por la caída de Allende.

 Las razones que dan tanto Silva como Allamand para borrar ese artículo son diversas. Mientras para el primero esa mención corresponde a un momento de la historia, para el segundo simplemente borrar ese artículo consiste en modernizar el partido. Allamand, ‘ el estadista’ es un simple oportunista, en cambio Silva es un tonto.

 La declaración del Partido de Silva dice así con respecto al 11 de septiembre:“La Unión Demócrata Independiente destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda la historia del país, incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y recogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario”.

  Para Silva : “La declaración de principios fue hecha en una sociedad que enfrentaba un momento especial. Y se hizo cargo de enfrentar preguntas de ese momento”. Agrega: “Hoy vivimos otro momento y hay dudas que existían antes que ya se han aclarado. Y hay ciertas certezas que hoy se cuestionan”. Cuarenta y un año después, la sociedad chilena igualmente enfrenta un momento especial, preservamos las libertades o nos sometemos a la esclavitud de la Nueva Mayoría chavista.

 Al diputado Silva lo escuché en un canal de la V Región, señalando que la UDI debía volver al cosismo de la Joaquín Lavín, esto es, ‘preocuparse de lo quiere la gente’, dejando de lado la discusión ideológica. Silva desea volver al cosismo, mientras la Izquierda reafirma su compromiso ideológico con el socialismo trasnochado. ¿Creeré que es cosismo cuando afirman la gratuidad en educación en desmedro de la libertad de enseñanza? ¿Cree que es cosismo el deseo de la Izquierda de acabar con los altos quórum que resguardan las libertades fundamentales? ¿Cree que es cosismo las declaraciones tanto de Kariola como de Quintana?

 Como dije en el blog de Maximo: “La derecha al borrar su pasado, se queda sin futuro, mientras la Izquierda se aferra a su pasado y lo proyecta al presente”. No es sólo repetir como un loro el socialismo y comunismo del siglo XIX, sino continuar a la obra inconclusa del Salvador Allende. ¿Qué son las últimas palabras del senador Jaime Quintana del PPD ,"nosotros no vamos a pasar una aplanadora, vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura", que es lo mismo que dijo la candidata diputada comunista Carol Kariola por televisión el año pasado: "el Programa (de Bachelet) es el primer escalón en el establecimiento del socialismo en Chile, en el patrón de Ecuador, Venezuela y Cuba". Si se dan cuenta en ambos casos, la Nueva Mayoría salió a rectificar, salvo que cuando la historiadora Lucía Santa Cruz repitió las palabras de la candidata comunista, la acusaron de promover la campaña del terror. Parafraseando a la columnista Teresa Marinovich a propósito de lo mismo, si lo dice Kariola es música, si lo dice Santa Cruz es terror.

 La falta de conciencia histórica de los líderes de la ex derecha, la vemos en la reacción que tuvieron ante las palabras del parlamentario del PPD, Quintana. En los diversos foros, ya sea de los medios digitales como en los blogs compararon a Quintana con el socialista Carlos Altamirano, a la cual la Izquierda castrista y pro soviética le carga toda la responsabilidad. Seguramente, los tontos inútiles de la derecha pensaran que Bachelet difiere de lo que dijo Karol Cariola y Quintana. No es así. Desde luego que ella no lo expresara de esa forma, pues sería muy rupturista. Con todo, la actual mandataria no le interesa como diría Eduardo Frei Montalva “yo no cambio ni por un millón de votos una coma de mi programa". Es sí o sí a las reformas. Ni siquiera desean admitir que la Nueva Mayoría es la Unidad Popular 2.0. Mientras la derecha desea borrar la constancia del pasado totalitario del gobierno de Salvador Allende, la Nueva Mayoría se encarga de resucitar el proyecto fracasado.

 Después de la derrota presidencial de la candidata oficialista, Matthei, el senador electo por Renovación Nacional, Andrés Allamand propuso eliminar de los estatus del Partido en que reconoce la acción libertadora de las Fuerzas Armadas contra intento totalitario de la Izquierda, con el propósito de atraer gente nueva: "Después de 25 años es un proceso necesario y una oportunidad para atraer gente nueva y renovar nuestro discurso". Perdieron la elección presidencial, entre otras cosas, porque se alejaron de su origen. Así desean ganarse el respeto de sus electores.

 Ambos dirigentes persiguen la renovación supuestamente.

 La mayoría sabe que Allamand es un simple oportunista. Su propio historial político lo demuestra. Él, desde los noventa se ha dedicado a desmantelar la institucionalidad que nos legaron los militares para evitar caer en lo mismo, hasta el punto de permitir que quienes no creen a la libertad, la vida y la propiedad privada se apropien de la Constitución, que resguarda esos derechos fundamentales. Lo que pretende ahora es la guinda de la torta. En efecto, él durante la Unidad Popular se cambió de un colegio privado al Liceo Victorino Lastarria de Providencia, con el propósito de combatir al gobierno de Allende. Después del pronunciamiento escribió un libro novelado de su experiencia, titulado “No virar a la Izquierda”. En él escribe : “La oposición sigue creyendo que el poder político surge de los votos exclusivamente. Siguen creyendo que el poder político es una resultante de las elecciones, mientras la UP se caga en las elecciones y desarrolla un poder político cada vez más poderoso, expresada en toda (una) cantidad de organizaciones (...) Sin los militares la UP no cae (...) Hay que presionarlos, obligarlos a intervenir. Hacer que se decidan. Si no lo hacen no la contamos. Nos friegan de todos modos”.

 Además, ha preferido codearse con personas de Izquierda, como el terrorista del Mir indultado por Allende, Max Marambio, o con su enemigo en el liceo mencionado, el ex parlamentario Camilo Escalona.

 El artículo del estatuto de Renovación Nacional dice así con respecto al 11 de septiembre de 1973: “Renovación Nacional destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Orden, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda su historia. Incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y recogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario".

Lo que dice ambas declaraciones de los Partidos de Derecha es la absoluta verdad. Primero fue resistencia, rebelión civil y luego rebelión militar. De nada sirvió que la Derecha perdiera la elección como decía el bloguero Maximo, si pretenden, además, suicidarse.

 Según el diputado Víctor Pérez de la misma tienda política de Silva, eso implicaría hacer concesiones a la Izquierda. Alguien podría hacer una ecuación o un programa informático y cuantificar cuánto lo derecha perdido en estos 26 años haciendo concesiones.

Son incapaces los dirigentes de la Derecha conectar a las nuevas generaciones con el pasado tal como lo hace la Izquierda. No se trata de revivirlo, ni permanecer a él. Para entender el presente, hay que estudiar el pasado. ¿Se imaginan que los países que desembarcaron en la playa de Normandía dejaran de rendirles tributo a los caídos, ya que gracias ellos gozan de las libertades?

 El Gobierno Militar fue libertador desde un punto de vista político y fue liberador de la economía.

 Lo que pretender hacer ambos partidos es una muestra de frivolidad. Y una muestra de pérdida de la dignidad y decencia.

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