27 de agosto de 2014

Las cosas que salen de tener cagazo

Como para seguir la cobertura de lo que pasa en Medio Oriente, va aquí una traducción casera de un artículo bastante interesante al respecto.

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Pequeñas Manzanas
Por Richard Fernandez

Quizás se trate sólo de azúcar sintáctico, pero esta declaración promoviendo la eventual coexistencia con Israel de parte del ministro saudita de Asuntos Exteriores es destacable.

Hablando desde las tribunas de la asamblea mundial de eruditos islámicos en Jeddah, Saud bin Faisal Al Saud dijo que el Medio Oriente necesita más paz y coexistencia que nunca antes y que Arabia Saudita como país islámico líder está listo para hacer sacrificios en las negociaciones de paz y alienta al presidente Abbas a seguir la misma política.
Refiriéndose a la guerra en curso en la Franja de Gaza, el ministro saudí de Exteriores enfatizó que la autoridad de Hamas es la única responsable de la calamidad palestina y que debe ser llevada ante la ley.
El funcionario saudita continuó agregando que el mundo árabe está cada vez más frustrado con Hamas, que busca más guerras.

Quizás Israel ha ganado, o está empezando a ganar, aunque eso sería ponerlo en términos demasiado dramáticos. Pero hay algo en esto.

Por décadas el mundo musulmán trató de destruir a los judíos y en su desesperación elevó a un tirano o movimiento fanático delirante tras otro para llevar a cabo la tarea. Y ahora estos monstruos empiezan a rebelarse. Siria está arruinada; la "Primavera Árabe" ha incinerado buena parte de la región. Generaciones de hombres jóvenes han sido criados sin habilidades que puedan ser empleadas en el mercado; tan sólo tienen un deseo suicida, una aptitud para la destrucción y un odio insaciable. Quizás los sauditas y los Estados del Golfo están preguntándose si sus creaciones los devorarán.

En la vida hay prioridades, incluso cuando se trata de los enemigos. El New York Times proporciona la primera evidencia concreta de que los regímenes árabes ahora reconocen un peligro mayor que Israel. Las misteriosas "fuerzas aéreas" que bombardeaban a rebeldes islamistas en Libia resultaron ser... de Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Si la repentina apertura saudita hacia Israel pareció al principio desconcertante, la identidad de la fuerza aérea secreta la torna un poco menos misteriosa.

EL CAIRO — En dos oportunidades en los últimos siete días, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos han lanzado en secreto ataques aéreos contra milicias aliadas a los islamistas que luchan por el control de Trípoli, Libia, según declararon cuatro altos funcionarios estadounidenses, en una escalada mayor en una lucha regional de poder desencadenada por las revueltas de la Primavera Árabe.
Los Estados Unidos, dijeron los funcionarios, fueron tomados por sorpresa: Egipto y los Emiratos, ambos aliados y socios militares cercanos, actuaron sin informar a Washington, dejando de lado a la administración Obama. Funcionarios egipcios han negado explícitamente a diplomáticos estadounidenses que sus fuerzas armadas hayan desempeñado papel alguno en la operación, dijeron los funcionarios, en lo que parece ser un nuevo golpe a las ya tensas relaciones entre Washington y El Cairo. …
Desde el derrocamiento militar del presidente islamista en Egipto el año pasado, el nuevo gobierno y sus patrocinantes en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han lanzado una campaña a través de la región — en los medios informativos, en la política y la diplomacia, y mediante el envío de armas a "proxies" locales — para hacer retroceder lo que consideran una amenaza existencial a su autoridad por parte de grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes.

"No vemos que esto sea en absoluto constructivo", dijo un alto funcionario estadounidense citado por el NYT. Obama finalmente ha logrado su ambición de liderar desde atrás. En este caso, desde tan atrás que casi ha quedado fuera de la toma de decisiones, si se les da crédito a las historias. Pero los cismas entre los financistas de los varios movimientos jihadistas han hecho oportuno soltar al gato entre las palomas.

La razón por la que los países de la región están luchando contra los islamistas no es difícil de ver. El New York Times se lamenta de que los hijos salvajes de la Jihad están destruyendo incluso los antiguos artefactos de la civilización. La historia, incluso la del mismísimo Islam, está siendo profanada.

Como muchos arqueólogos del Medio Oriente, el Sr. Schwartz, un profesor en la Universidad Johns Hopkins, sigue las noticias de la región con profunda preocupación y, según dice, un sentimiento de impotencia.
“Es desgarrador ver lo que ha sucedido en Siria en términos de legado cultural y más aún para el país en general", dijo.
Las convulsiones y conflictos que han arrasado al Medio Oriente en los años recientes han causado un sufrimiento humano incalculable, y han resultado en profundas pérdidas para el legado de la región.
Poco pueden hacer los eruditos para parar la lucha y el saqueo, pero han creado blogs, sitios web, páginas de Facebook y cuentas de Twitter para monitorear la destrucción y aumentar la percepción de la misma. Mediante el intercambio de registros de excavación, los estudiosos de fuera del Medio Oriente han ayudado a sus contrapartes en el mundo árabe a compilar listas online de objetos desaparecidos o robados.

Y sin embargo en Israel la mezquita al-Aqsa se levanta sobre el Muro de los Lamentos, y es lo más extraño del mundo escuchar en la capital de Israel el llamado musulmán a la oración en las primeras horas del día.

Una vez Golda Meir dijo que habría paz cuando los padres árabes amasen a sus hijos más de lo que odiaban a los judíos. O (se olvidó de agregar) cuando el miedo a movimientos como al-Qaeda e ISIS creciese hasta ser mayor que el odio hacia el estado judío. La atracción del Islam radicalizado, en especial para los desarraigados musulmanes de Occidente, es su promesa de una vida sin restricciones. Una existencia más allá de las leyes de los hombres o de la decencia y (puede demostrarlo) del control de sus ancianos. Pero esa falta de restricciones no es una libertad real, sino más bien una cadena por la cual quedan atados a una vida de completa destructividad.

La fuerza poco valorada de la libertad es que no cría monstruos. No conjura demonios que se retuercen desde las vastas profundidades. ISIS piensa que su fortaleza está en su odio; y quizás considere como una necedad que Israel permita que una mezquita se alce sobre su sitio más sagrado. Pero viene a la memoria el diálogo entre el rey Alfred y Guthrum (como recordarán, este último fin de semana estuve leyendo la Balada del Caballo Blanco, de Chesterton).

Guthrum se rió del disparate de la mansedumbre, pero Alfred replicó:

Por tanto tu final está sobre ti,
Está sobre tí y tus reyes,
No por un incendio en el fen de Ely,
No porque tus dioses sean nueve o diez,
Pero porque solo los hombres cristianos,
Custodian incluso las cosas de los paganos.

El musulmán común y corriente podría anhelar vivir con el judío. Pero no hay esperanza de vivir alguna vez con el ISIS. Naturalmente, el presente conflicto continuará. Pero es bueno percatarse de que el mal, aunque temido, jamás es amado. Después de todos estos años en que nos fue inculcado lo despreciable que es nuestra civilización nos encontramos con que es lo único en lo que nosotros (o los sauditas) podemos confiar. Si los "custodios de la civilización" se van al diablo, ¿qué nos queda entonces? E.M. Forster escribió: "si tuviera que elegir entre traicionar a mi país y traicionar a mi amigo espero tener las agallas para traicionar a mi país". Se le pasó por alto agregar que después de traicionar a tu país, también habrás traicionado a tu amigo. Porque sin una civilización, ¿qué otra cosa lo protegerá? No su amigo, porque para entonces ya habrá sido demasiado tarde. Así que brindemos por la libertad y brindemos por la civilización.

Porque nuestro Dios ha bendecido la creación,
Llamándola buena. Yo sé
Cuál espíritu con el que ciegamente te has unido
Ha bendecido con su mano la destrucción;
Y sin embargo mediante la muerte de Dios las estrellas permanecerán
Y las pequeñas manzanas crecerán.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Mayor, muy interesante el artículo que no conocía.

La visión de que el éxito del ISIS y las ínfulas que ha tomado su líder anunciando su Califato, puede haber provocado un cambio de actitud en los monarcas sauditas, qataríes y de los Emiratos, que financiaron originalmente sus operaciones contra Assad, es bastante factible, de lo que no estoy tan convencido es de que se pueda confiar en la buena fe de las declaraciones del Canciller saudita.

El actual Rey y Primer Ministro Saudí, Abdullah al Saud, es un hombre de 86 años, nacionalista árabe y de estricta y sincera religiosidad , no como muchos de sus 44 hermanastros y casi incontables sobrinos entre los que abundan los aparentemente estrictos waabitas, pero que están enganchados a toda clase de corrupción económica y que practican una vida desenfrenada de lujo, alcohol y mujeres rápidas cuando viajan fuera de Arabia Saudita.

Hay que ver cómo se siguen desarrollando las cosas y prestar atención a que el gobierno de Turquía no ha dicho una sola palabra de condena que se haya concretado en medidas directas contra el ISIS, quizás porque sus comerciantes hacen pingües negocios en petróleo y gas con el ISIS.



Massa dijo...

Es muy interesante la historia de Arabia Saudita. Por empezar, Saudita es de la Casa de Saud, el apellido del primer rey. Imaginen un pais que tenga como nombre tu apellido. Grosso.

Por otro lado, el rey que era de la zona del medio (Riyadh) conquisto con la espada el resto de las regiones. Justito cuando unifico al pais, se descubrio petroleo en la region, y el tipo se hizo multibillonario... con lo que se dedico a tener hijos. Tuvo 44 hijos hombres y 19 mujeres (que no cuentan). Y desde que murio, se fueron sucediendo sus hijos. Despues de este que esta ahora, que parece que crepa en cualquier momento, viene otro mas... y despues se acaban los hermanos. Y el problema es que estan los hijos de todos los que fueron reyes de la segunda generacion, listos para tomar el trono.

Se viene un bolonki!

Mayor Payne dijo...

Mr. Enmascarado, me alegro que le haya resultado interesante. La buena voluntad de los sauditas no me convence en absoluto, pero creo que en este caso lo que pesa en los sauditas es su instinto de supervivencia, en parte por las razones que bien señala Massa. Además tienen claro que pase lo que pase no es Israel el que les está complicando la existencia, y tampoco lo ha sido en los últimos años.

Cito y traduzco un comentario posterior del autor en su propia nota: (...) Pero odiar al judío no es inconsistente con temerle todavía más a ISIS. Esos viejos carcamanes astutos están haciendo esto para sobrevivir. Tal vez cuando el panorama se haya aclarado vuelvan a conspirar, pero por el momento tienen otros camellos que freir.

Existe una probabilidad cercana a cero de que la IDF conquiste Arabia Saudita. Si alguien llega a aparecer por la noche para darle a los miembros de la familia real una afeitada bien al ras, no va a ser algún capitán israelí sino un rapero jihadista británico con predilección por el homicidio.

Puede que sea completamente cínico. De hecho, el cinismo es probablemente un motivo más confiable que el idealismo.

Massa: lo de Arabia Saudita se ve venir y es escalofriante. Creo que los pocos hijos de Ibn Saud que siguen en carrera y la legión de nietos están empezando a pensar cómo hacer la transición a la siguiente generación, pero que va a ser algo poco apto para cardíacos, no te quede duda... más con lo jodido que se está poniendo el barrio. Quizás algún miembro de la Casa de Saud empieza a darse cuenta de que al fin y al cabo los israelíes eran lo menos jodido de su situación.

Andy dijo...

44 hijos varones y 19 hijas mujeres... ¿porqué tanta diferencia a favor de los hombres? qué hacían con las mujeres? las ocultaban? las mataban?