23 de agosto de 2014

Por no perdonar nos quedamos sin futuro


 Para cualquiera persona de Derecha, no de la Nueva Derecha, ni los piñeristas, ni de los arrepentidos saben que el país no está en paz, ni está reconciliado. De hecho, a la nomenclatura UP/DC no le conviene cerrar cierto pasado, sino seguir profitando para mantener la sociedad divida. A diferencia de la derecha, la Izquierda sabe que si se deshace del pasado, no tiene futuro. Todas las ideas de ese sector fracasaron, por lo que no les quedo literalmente nada. Así que lo único que les queda para agarrarse es el pasado. Éste último es como flotador o una tabla a la que se agarra el naufrago. Ellos naufragaron, no nosotros. Después de todo, tienen el negociado millonario por los derechos humanos.

 La Vaca Loca en la tierra de los Zulúes visitó la celda donde estuvo Nelson Mandela. La ayudista del FPMR quedó emocionada. En varios países de América Latina, luego de la caída del ex imperio soviético la guerrilla terrorista castrista que fue derrotada se quedo sin recursos para seguir actuando. No hubo paz, sino comenzó la venganza. Olvido para los crímenes de los terroristas y persecución para los militares. En esos países, entre ellos Chile podemos decir que Nelson Mandela no pasó. Con todo, el año pasado antes de la conmemoración del cuarenta aniversario, los políticos de la Izquierda y la Derecha unidas le rindieron un homenaje al líder sudafricano. El objetivo es hacer creer al resto de los chilenos que estamos reconciliados y en paz, lo que es más falso que los falsos torturados y supuestas víctimas. La hipocresía de la Izquierda no tiene límites.

 La Vaca Loca sostuvo en el cuarenta aniversario de la intervención militar, que todavía había personas que justifican lo que la izquierda llama ‘violaciones a los derechos humanos’. Bachelet, por el contrario, justifica todas las tropelías y atropellos a los derechos humanos que en hubo en la Unidad Popular como asimismo las acciones terroristas del Mir y del FPMR. Después de todo, ella fue conviviente de unos de los terroristas, además, de la doctora de la clínica ‘Chiloé’. Y fue entrenada por la siniestra STASI. Si fuese una persona decente, no se hubiera comparado con la niña judía Ana Frank durante su primer mandato. Desde luego, que a ella y a las feministas de Izquierda no les importó que hayan salido muertos o heridos, ya sea niños o mujeres producto de artefactos explosivos colocados por el FPMR en su lucha contra el Gobierno Militar.

 Lo que tenemos es la paz social. Si escuchan a un político hablar de paz social es de Izquierda o cercano a ella. Esa paz con adjetivo se basa en la extorsión, el amedrentamiento, la intimidación, y hasta en el asesinato si les conviene. La típica artimaña de los terroristas chilenos una vez que caen presos, es doblegar a la autoridad con huelgas de hambre, tal como lo hizo el terrorista Héctor Maturana Urzúa que recientemente visitó el país, y que fue liberado durante el gobierno de Aylwin. Viviendo actualmente en Bélgica.


Haciendo zapping llegué al documental del History Channel “El Milagro de Mandela”, donde brevemente alguien contaba su experiencia en la "Comisión Verdad y Reconciliación", y luego aparecía el arzobispo anglicano Desmond Tutu, quien explicaba el lema de la comisión que presidió. El lema es: “Sin Perdón no hay Futuro”. Las personas que contaban sus testimonios se acogía a la amnistía. De ese modo, Sudáfrica consiguió la paz, no la paz social.


 Nelson Mandela en su largo período en la cárcel tuvo una transfiguración. Por eso, él insiste en respetarle la historia a los blancos como lo muestra la película "Invictus", cosa que los zurdos chilenos no les respetan a las personas de derecha.

 Hay que recordar que los sudafricanos se basaron en el modelo chileno en su comisión. Las coincidencias son sólo de nombres, no de fondo.

 Por lo pronto, hay que recordar que los grupos terroristas chilenos exigieron el Informe Rettig conocido como Verdad y Reconciliación, y perseguir a los militares que derrotaron al Mir y luego al FPMR. Para éstos últimos se les aplicó a Ley de Amnistía, y no a los militares. A los terroristas que cometieron crímenes entre 1979 y 1990 fueron indultados o sufrieron penas de extrañamiento en el extranjero. Lo que significa, simplemente, gozar de libertad en otro país y con pensión y todo. Ese es el castigo.

 El sesgado Informe Rettig está basado en la venganza, mientras que el Informe sudafricano nace del corazón. Por tanto, del perdón. Más bien el lema de la comisión chilena es “Ni perdón ni Olvido”, expresión que uno puede encontrar en graffitis por diversas ciudades o en los carteles, cuando la Izquierda marcha. Y en fotos por internet. Como corolario de lo anterior, crearon el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos.


En Chile, no encontramos hombres de la talla de Nelson Mandela y del arzobispo anglicano Desmond Tutú. Recuérdese que un miembro de esa comisión, el abogado de derechos humanos, José Zalaquett sostuvo en un programa de radio que los terroristas no cometen acciones contra los derechos humanos. En cambio, sí, los militares. ¿Cómo va ser serio? Al morir Mandela, ese abogado escribió una columna en ‘la Tercera’ llamada ‘Después de Mandela’. La deshonestidad intelectual sin pudor.


Después está el monseñor Alfonso Baeza, vicario de la Pastoral Social, quien se preocupó de que ex presidente socialista, Ricardo Lagos, indultara a un centenar de terroristas del grupo Lautaro. El mismo hombre de Iglesia considerado como “experto” en materias de indulto sostuvo que a los militares presos no había que aplicarle ese beneficio y otros de tipo carcelario. Naturalmente, no hay que haber estudiado en un colegio católico o protestante para darse cuenta que ese monseñor está en las antípodas del arzobispo sudafricano y del mensaje de Cristo.

 Ni la Iglesia Católica chilena ha estado a la altura siendo incapaz de reconocer a los malos. Más bien han sido ‘tontos inútiles’ de la Izquierda. Primero apoyando a la Unidad Popular, Segundo salvando a los terroristas del Mir y del FPMR, respectivamente, con la Vicaría de la Solidaridad.

 Es un verdadero contrapunto poner los dos lemas al lado. El de los sudafricanos, “Sin Perdón no hay futuro”, y el de los chilenos “Ni Perdón ni Olvido”.


 Los militares condenados o procesados, muchos de ellos en retiro, nunca se le han preguntado su testimonio, ya sea en el Informe "Verdad y Reconciliación", y en la Mesa de Diálogo, que de éste último no tenía nada. A los zurdos les gusta pelear sin que el adversario tenga la posibilidad de responder en todos los ámbitos Y como si fuera poco lo anterior, la Izquierda chilena aún desea derogar la Ley de Amnistía de 1978.

A propósito de  la palabra ‘amnistía’, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional afirma, por un lado, que tiene que derogarse la mencionada ley. Por otro lado, apoya la Ley de Amnistía que se dieron los sudafricanos. ¿En qué quedamos? Desde la Independencia nacional se han dictado más de cien leyes de amnistía con propósito de pacificar el país, pues ese es el objetivo. No se anda buscando el Hombre Nuevo socialista, que es lo que está detrás de la expresión “Nunca Más”.

 En el congreso nacional hay un proyecto para degradar a los militares acusados de violar los derechos humanos.

 Muchos creen que dando razones a las personas de Izquierda van a entender. La llamada ‘Batalla de las ideas’ presupone que el otro se comportara como uno. La izquierda chilena nos niega la existencia, y, por tanto, las libertades. En realidad, no les interesan las razones, pues a igual que los fanáticos musulmanes que desean convertir a todo el mundo al Islam, los izquierdistas chilenos desean imponer su visión pasando a llevar y pisotear las experiencias, vivencias y recuerdos de las personas que no comulgan con sus ideas. El ex presidente Sebastián Piñera dijo que Allende se salió de la Ley y la Constitución en el cuarenta aniversario del 11 de septiembre. La hija del presidente marxista y actual presidente del senado, Isabel Allende dijo que “Piñera era un estúpido”.

 Hasta los izquierdistas moderados en otros temas, cuando les toca abordar los derechos humanos no se diferencian de los musulmanes radicales. Repiten el estribillo del Partido Comunista y los grupos terroristas chilenos. Más bien, se sienten identificados.



 El padre Raúl Hasbún, quien en más de una ocasión ha sido objeto de burlas, ya sea en televisión, ya sea en medios como Cambio 21, hace tiempo escribió una columna llamada “Privilegios”. En ella expresa:“Quienes vencían en una batalla se ensañaban con los derrotados, procurando su máxima ignominia y estigmatización social. No sufría, el país, carencias objetivas capaces de justificar tanta odiosidad, era sólo el desmadre de la pasión política y el desenfreno de egos personales. Tras la derrota balmacedista y el suicidio del Presidente, se temió una interminable resaca. ¿Cómo superar la espiral de rencor y venganza que sucede a tan enconados desencuentros y desangramientos sociales? La respuesta fue extraída del abecedario de la sensatez histórica: amnistía. En las leyes y en los hechos. Para unos y otros. Quienes nacimos 4 décadas más tarde no conocimos siquiera vestigios de estas banderías ni reclamaciones para reabrir las heridas”.

 He escrito cosas parecidas. Cuarenta años después de la Guerra Civil de 1981 nadie andaba buscando la inmortalidad del cangrejo, montando obras de teatro para perjudicar un bando, ni diciendo ‘Nunca Más’. La Izquierda rencorosa y llena de odio no está a la altura de los políticos que amnistiaron a ambos lados de la confrontación de 1891. Les encanta la ignominia y estigmatización social a los militares de Punta Peuco. Nos evitaríamos que se saque a cada rato al general en retiro, Manuel Contreras, como si él hubiese sido el responsable de la demencia de la Izquierda marxista leninista. Ni culpando al general Pinochet por no haber defendido a sus hombres. Los militares estarían en sus casas. Esa es la solución que la Izquierda no quiere, pues ésta desea privilegios para ella, por mucho que pregone acerca del igualitarismo y la equidad.

 En la película G.I. Joe: La Venganza, el maestro de los ninja dice: “sienten tanto odio que ya no sienten el odio”. Esa declaración resume el comportamiento de la Izquierda chilena.

 La Izquierda al no querer perdonar nos quedamos sin futuro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

creo que ya se dijo. Es una lástima que Chile tire todo por la borda.

carancho dijo...

Igualito que acá. Los terroristas eran seres de luz, destinados a desparramar amor y prosperidad.Que muriera gente a su alrededor era un detalle casi sin importancia.
Todavía hay idiotas que creen una versión así?

Sine Metu dijo...

No eran seres de luz. Eran los fogonazos.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Esta buena esa frase de seres de luz. Quizás te la tome prestada. Y todos muy angelicales.

carancho dijo...

No problem Javier. Después arreglamos el pago de los derechos...
(ji-ji)