10 de septiembre de 2014

La salud y los hipócritas

El dueño de una de las fortunas más importantes de España, el presidente de El Corte Inglés, sufre una insuficiencia respiratoria y termina internado en un hospital público de Madrid.

Esto vale para los que en Argentina se siguen llenando la boca con palabras como inclusión y demás bostas. No es que se me haga agua la boca por la salud en manos estatales - aunque en el caso particular de este hospital el mismo está gestionado por una empresa privada - si no que al menos si se quiere vender un camino a seguir vendría bien que la población supiera bien cuál es el destino del mismo y pudiera notar la diferencia con cómo se hacen las cosas en otras partes del mundo.

Después escuchamos a un conocido relator deportivo elogiando las villas pero yo no me imagino a este hombre dejándose hacer una colonoscopía en el Hospital de Clínicas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jorge, sin perjuicio de que comparto tu opinión general, por experiencia propia debo quebrar una lanza a favor de los Hospitales públicos de Madrid o, al menos, de los de la época en que viví allí.

Nosotros estábamos cubiertos por una de estas empresas de salud del tipo de las prepagas argentinas, y que era de las mejores (y más caras también) del mercado y que disponía de excelentes sanatorios con plantel médico, equipamiento tecnológico, hotelería hospitaliaria, etc., etc., de gran calidad.

Pero cuando las papas quemaban en serio y era necesario para intervenir quirúrgicamente o realizar un determinado estudio muy complejo, en más de un caso que conozco estos mismos sanatorios te derivaban a determinados hospitales públicos ya que éstos eran los que tenían lo último en tecnología de alta complejidad que había adquirido el Estado o, mejor dicho, el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Los médicos que estaban al frente de esas unidades hospitalarias o que te operaban, muchas veces eran los mismos que tenías en tu prepaga, pero la inversión enorme en dinero y la calidad de la intervención médica era la misma que recibiría un ciudadano común afiliado a la Seguridad Social y, aclaro, siempre con todos los matices que conocemos de las obligaciones zonales de atenderte por tu domicilio, las demoras en lista de espera y los frecuentes "enchufes", pero llegado el caso estaba a disposición del simple ciudadano.

En Argentina eso es impensable en los últimos 20 o 30 años, con algunas honrosas excepciones como el Htal. Italiano de Buenos Aires con el equipo del Dr. Gianantonio para citar uno sólo.

No sé si será ésta la razón de la internación del asturiano Álvarez en el Hospital Universitario de Puerta de Hierro, pero estará en buenas manos seguramente.

Jorge dijo...

Estoy de acuerdo, Enmascarado.
Lo de derivarte a la pública lo he vivido personalmente. Por suerte no en temas de urgencia sino en cuanto a estudios que un médico privado te dice que te los hagas en un hospital público que es el único que los realiza...

Yo creo que en España ocurre el particular caso de que el Estado compite fuertemente con la actividad privada aprovechando los recursos con los que cuenta. Eso deriva en que la actividad privada quede como marginal en algunos aspectos y no se desarrolle al completo. El ámbito de la salud es un ejemplo.