24 de febrero de 2015

Talento y show business


Más allá de lo aburridas que dicen a veces que son las entregas de los Oscars éstas nos dejan en ocasiones lecciones interesantes más allá de recordarnos que un verdadero artista del show business debe saber bailar y cantar además de actuar.

Basta ver el número musical de Lady Gaga para recordarnos que parecer una reventada y vestirse algunas veces como un cachivache no significa que no exista un enorme talento detrás. No se trata de que la primeras premisas nos lleve a concluir lo último.

Ésto se suele olvidar en otras latitudes donde se invierte mucho tiempo en criticar la industria artística de los Estados Unidos pero no se hace nada por llegarle ni siquiera a sus talones y se limita a lo sumo a emular exclusivamente la parte excéntrica de los artistas del norte pensando que con eso se suple la parte correspondiente al talento.



3 comentarios:

Sine Metu dijo...

Mi oído no será una maravilla, pero no hay punto de comparación entre la calidad vocal de la dama de la película en 1965 (¡qué año, mon dieu!) y la de la señorita que solía vestirse con pedazos de vaca cruda.
Pero para mí, eh?
Gaga canta bárbaro, pero a Dame Julia y sus cuatro octavas no hay con qué darle mes amies.

Anónimo dijo...

Totally agree, SM.
Y sí, 1965 fue un gran año.
Porque nací yo :D
Cheers!

Unknown dijo...

Coincido, Sine. Julie Andrews fue una excepcional cantante y una gran actriz.