28 de febrero de 2015

The Clinic, el Presidente mudo y el hijo millonario









 El año 2015 comenzó con escándalos en el mundo de la política: Yategate, que involucra a la mandataria y al actual canciller, cuando estaba en el cargo ONU-Mujer con el propósito de reunir fondos para campaña presidencial nada menos que en Miami. Ideológicamente hablando, ella podría haber sacado fondos de la isla-cárcel, Cuba. Su corazón rojo está ahí. Luego el caso Penta que involucra a políticos de la derecha, y que los medios de Izquierda, y naturalmente, el gobierno desean sacar provecho, pues así, gobiernan sin contrapeso. La Izquierda no devolverá la mano como lo hizo la oposición a Ricardo Lagos el caso MOP-Gate. Y por último, tenemos el Nueragate que involucra a la nuera de Bachelet, a su hijo Sebastián Dávalos y el hombre más rico del país, Andrónico Luksic.


 Me pregunte desde que estalló en el Nueragate, cuál iba ser la reacción de un pasquín de Izquierda, The Clinic parecido al seminario francés Charlie Hebdo, con la diferencia en que el chileno se burla de la Derecha, los empresarios, la Iglesia Católica si sus miembros no son de izquierda, y finalmente, de los militares que combatieron el terrorismo en las agencias DINA y CNI. Excluyendo a las vacas sagradas de la Izquierda chilena: Allende, los revolucionarios marxistas leninista de la Unidad Popular, el grupo terrorista Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir), el líder del Mir, Miguel Enríquez, el Grupo de Amigos del Presidente (GAP), las Juntas de Abastecimientos (JAP), Altamirano, el Partido Socialista, la Izquierda Cristiana, el Mapu. Siendo más reciente del Partido Comunista y su brazo armado el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), de Camila Vallejo y la bancada estudiantil, del jefe del PC y diputado Guillermo Teillier. Hasta el periodista de Izquierda de la radio Bío-Bío, Tomas Mosciatti ha sido más sarcástico con comentarios al oficialismo: “No sé que hace Julio Sarmiento, pareja de Camila Vallejos que lo contrataron como asesor del Ministerio de Salud, con unos seis millones de pesos de honorarios, más los 8 millones que gana Camila Vallejo, son 14 millones de pesos para gastos del hogar”. No se le ha ocurrido a Patricio Fernández, el director de este pasquín hacer una encuesta del siguiente tipo: ¿Cuál es el mejor trasero: el de Vallejo o el de la actriz norteamericana con rasgo orientales, Mila Kunis? 

 Cuando fue la encuesta por el personaje más importante de la historia de Chile, que como sabemos fue elegido Salvador Allende por sobre el héroe de Iquique, Arturo Prat, The Clinic lo celebró.

  
 Los periodista y escritores de ese pasquín son igual de locos que la madre del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, la actriz Delfina Guzmán, quien se declaró ‘chavista moderada’, desde el Chile neoliberal y que además, participa de los comerciales de los grandes grupos económicos. Así cualquiera es comunista.


 El fin de semana pasado apareció la portada de ese pasquín, a pesar que la semana se habló y se pedía entre las personas de a pie, que Sebastián Dávalos renunciara. Lo único que sacaron fue un “Especial de Curas y Monjas”, como si en el país no hubiese pasado nada . Se nota que The Clinic es pauteado por el gobierno. Viendo la portada anterior, donde se burlaban de los políticos y otros metidos en el caso Penta, uno esperaría verlos mismo con el Nueragate.


Antes que Bachelet hiciera su breve declaración a prensa sobre el affaire que implicaba a su hijo, a la nuera que es dueña del 50% de Caval Limitada y a Luskic, The Clinic había dicho: “Bachelet vuelve a Santiago y la derecha se frota las manos para increparla por el caso Caval”. Si es así, la mayoría de las personas mediamente decentes de este país, se estaban frotando las manos esperando que el mandatario nos diga una explicación. Sin embargo, ello no ocurrió. No actúo como autoridad.

 Para los columnistas y escritores de ese pasquín les parece normal que una persona “por ser hijo de” tenga acceso al hombre más rico de Chile. Les parece natural que una empresa, cuyo capital es de 6 millones de pesos pida $6500 millones de pesos, a sabiendas que los demás bancos no le iban facilitar el préstamo. Les parece el abuso de poder, el acceso de información privilegiada justo. Mientras The Clinic calla, hasta los humoristas del Festival Internacional de Viña del Mar, han sacado más roncha entre los políticos del oficialismo por caso Dávalos y el propio Presidente Bachelet que en la oposición por el caso Penta.


Ese pasquín se convirtió en cómplice pasivo y activo de la arrogancia del poder de la Nueva Mayoría.
 Si uno lee los comentarios de las noticias del caso Caval o Nuergate encontrará que la mayoría de las personas cuerdas y responsables, esperaban que Bachelet que estaba veraneando en el lago Caburga, donde tiene una casa o cabaña, volviera a la capital. Le pidiera la renuncia a su hijo, que devolvieran el dinero por la transacción de los terrenos en Machalí. Y por último que pidiera disculpa por el abuso de poder que tuvo el matrimonio Dávalos-Compagnon . Eso sería un líder. En cambio, para los políticos e intelectuales la mandataria estuvo a la altura de los tiempos. Ella sigue creyendo porque se subió a un tanque, cuando fue ministro de Defensa, es líder. Después de todo, Andrónico Luksic tuvo deferencia por Sebastián Dávalos “por ser hijo de”…En este caso, hijo de una ex gobernante que volvía por segunda vez al poder. El hombre más rico del país financió a la Nueva Mayoría. Luksic pidió que estuviese el hijo, aunque la reunión la pidió Natalia.

 Cuando tuvo que explicar el desatino de su hijo, los asesores le escribieron un guión cinematográfico y un programa en su primer día de trabajo , para que manifestará dolor,que hablará de acuerdo a un tono de voz, que “Con un rictus que evidencia aflicción”, como de costumbre haciéndose la víctima y termina su día con “Un perfil maternal que luego resaltaría en su discurso ante los infantes y parvularias”. Según ella, las disculpas están demás, porque las dio su hijo. Sebastián Dávalos le pidió perdón al oficialismo, no al país. El Presidente permitió que le hagan tres preguntas. En la breve entrevista pauteada que le hicieron a Bachelet, ella dice: "No tuve información previa ni después (de la reunión con Andrónico Luksic)". Asimismo, dijo que se informo por la prensa : "Me informé (del encuentro) en Caburgua por la prensa". Estuvo dos semanas con el matrimonio Dávalos-Compagnon en el sur. Por lo que se desprende, sus asesores o la hija no le comunicó por vía texto lo que pasaba en Santiago. Se nota que no aprendió del terremoto, pues no se llevó el teléfono satelital que le regalo el gobierno norteamericano. Lo que ilustra que es una inepta. Más aún, cuando aún cree que estamos en las edades antiguas, donde los reyes no le rendían cuenta sus conciudadanos. Si el socialista Ricardo Lagos retaba a los periodistas, Bachelet se niega a que le hagan preguntas abiertamente. Afortunadamente, no ocurrió un desastre natural.

 Bachelet se negó dos veces a que su hijo hiciera una declaración de intereses.

 Manifestó que le dolían que hijo Sebastián Dávalos tuviera que renunciar al cargo de director sociocultural de La Moneda: "como madre y Presidenta han sido momentos difíciles y dolorosos". Como dicen los foristas en diversos medios, tiene que ser doloroso llevarse $2.500 millones de pesos por el negociado.

 Ella no le pidió la renuncia a su hijo: “Hace pocos días, por ello, mi hijo, Sebastián Dávalos, dejó su cargo y renunció a la Dirección Sociocultural de la Presidencia".

 Igualmente habló de su Evangelio igualitario: “Mi compromiso es con el anhelo de las grandes mayorías, de vivir en una país donde no existan privilegios, en que las oportunidades estén disponibles para todos y todas por igual". Habla de ‘grandes mayorías’, cuando la coalición que gobierna es minoría tanto por los votantes inscritos en el padrón electoral como en las encuestas, en que la mayoría se opone a las reformas aprobadas: tributaria y educación. Habla contra los privilegios, si ella era una privilegiada en la ex RDA, que pudo viajar a Vietnam, mientras los alemanes del este no podían ir a Occidente. A su hijo, lo puso en Cancillería sin concurso público, y, además, fue el encargado de negociar los tratados de libres comercio con los países del Asia Pacífico. A propósito, ¿cuál era el mérito de colocar a Ricardo Lagos Weber, el hijo de Ricardo Lagos como “experto” en negociar tratados comerciales? La que habla contra los privilegios y pregona el evangelio de la igualdad, en su primer mandato le subió la jubilación a los ex presidentes de la Concertación, y naturalmente, a ella, como si no le bastará su millonario sueldo. Pregona la igualdad como un eje de su Gobierno, sin embargo, les niega a los militares presos en el gulag de Punta Peuco, la Ley de Amnistía de 1978, la igualdad ante la ley y el indulto, en el caso de los militares que combatieron al terrorismo desde 1979 a 1990; cosa que a sus amigos terroristas del Mir y el FPMR los beneficiaron. ¡Y qué decir de los beneficios carcelarios!

 Luego señalo que había que regular entre lo público y lo privado, quizás pensando en el caso Penta que en el negocio en Machalí del matrimonio Dávalos-Compagnon. Después de todo, lo tenía planteado antes de que Bachelet llegue al poder, a sabiendas que si cambiaban el plano regulador, los terrenos iban a aumentar de precio.

 Como señale un post anterior, este gobierno mete en un mismo saco las palabras “equidad”, “justicia”, “igualdad”. El artículo lo confirma, pues los asesores le dijeron que usara indistintamente esas palabas, como si fuesen sinónimos.

 El día en que trato darnos una explicación en que no dijo nada, termino su jornada en un jardín infantil, donde mintió acerca de su título de médico. Es la misma persona que dice a una universidad alemana que no es médico: "Además de ser mamá y abuela, soy pediatra".

 En resumen, es triplemente mentirosa. No fue torturada, ella dice que si lo fue. No es médico, ella dice que lo es. Y, por último, que no sabía del negocio, sin embargo, sabía los menesteres de su nuera.

1 comentario:

carancho dijo...

Supongo que mentir y robar en la función pública es algo inherente al cargo.
Aparentemente, eso piensan los políticos de este lado del mundo.