Eludiendo la atenta mirada de operadores de la KGB camuflados como paseadores de perros, de una agente de la DGSE en notables calzas cuadrillé, una serbia de la Bezbednosno Informativna Agencija (reconocible por el largo de ambas gambas) y de varios otros observadores indeseables que no pudimos identificar, hoy logramos un contacto con el Enmascarado, al que no veía personalmente desde hace cosa de dos años o tres.
Conste que me hizo entrega de un mensaje cifrado, que como corresponde a antiguas tradiciones marineras vino en una botella. Lo insólito es que esta botella en particular tiene pelos. Y verdes.
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2 comentarios:
Asegúrese que no tenga polonio 210
No lo había pensado Sine...
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