19 de marzo de 2016

Hacen como que mandan







 En el seminario “Orden público y económico y Nueva Constitución" de Clapes (Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales) UC realizado en marzo, el actual ministro de Interior, el demócrata cristiano o de “Centro”, Jorge Burgos dijo ante empresarios y académicos que la nueva Constitución no iba alterar los dos pilares del modelo económico, a saber, el Estado y el mercado: "la economía chilena contemporánea se organiza en términos de dos pilares o arquitecturas institucionales fundamentales: el mercado y el Estado". Tenía pensado que los pilares eran otros como el respeto a la propiedad privada, el Estado de Derecho, la igualdad ante la ley, el principio de subsidiariedad, entre otros.


 Entre paréntesis, en el Clapes trabajan personas de la ex derecha como ex Concertación. Tenemos al ministro de Hacienda, Eduardo Aninat y su director, Felipe Larraín.

  Conviene reiterar que el país no necesita de las reformas de la Nueva Mayoría, ya sea la tributaria, educacional, laboral y, finalmente, el trofeo de la Izquierda, cambiar la Constitución. Lamentablemente, unos han sido aprobados con la anuencia de la derecha socialdemócrata, que enmiende los proyectos. En vez de oponerse.

  El mismo centro de estudio el año pasado había invitado a conversar al socialista, Osvaldo Andrade sobre la Reforma Laboral. ¿Para qué debatir? ¿Para qué conversar con aquellos que no respetan las libertades que en el país? Allí estuvo, el abogado constitucionalista, José Luis Cea, quien dijo en una entrevista previa al seminario : ”Si la propiedad no está asociada con la libertad para adquirir el dominio y otras disposiciones, no vale nada". Pues eso lo que quiere la Nueva Mayoria. Recuérdese que el Presidente de la República miro en menos la propiedad privada. Lo sensato no es conversar, ya que desde que asumió Bachelet su segundo mandato han realizado cada encuentro, ya sea a nivel académico, político y empresarial con quienes están en el poder: Enade, Icare, CEP y otros. Saben que lo piensan. Prefieren esconder la cabeza como los avestruces y decir que está influenciada por los comunistas, si ella es comunista. Les recuerdo una parte de la carta que le mando al PC en su centenario: "Me alegra que el Partido Comunista pueda celebrar este aniversario en un Chile capaz de superar no pocos obstáculos para construir una convivencia libre y democrática".

 Hay que aclarar un concepto. Para Bachelet conversar o dialogar significa aceptar si o si el Programa. Dicho en el lenguaje de la Unidad Popular: “Avanzar sin transar”. No les interesa lo que piensan el más del 70% de los chilenos que la rechazan a ella y su coalición.

  Como es demócrata cristiano, Burgos dijo la siguiente frase : "Las ideas predominantes atribuyen funciones esenciales a ambos miembros del binomio mercado-Estado, el desafío no es debilitar uno en favor del otro, sino (...) aspirar y trabajar por más y mejor mercado y por más y mejor Estado". ¿Qué quiere: más mercado o más estado? Uno de los dos tiene que achicarse para darle cabida el otro. No existe un equilibrio.

  Asimismo, en esa ocasión sostuvo que no había que volver anacronismos económicos: “regresión hacia modelos de economía anacrónicos". Con todo, paulatinamente Chile está volviendo hacia al pre 1970 en términos de políticas públicas. El eje del gobierno de Bachelet es el Estado en desmedro del mercado. El ministro de Economía dijo también que el eje era el Estado. Más aún, Jorge Burgos enfatizó que “existen antecedentes más que suficientes que permiten desechar la existencia de tales amenazas". El ministro de Interior que consideran inteligente, prudente y sensato es tan soberbio como el jurista constitucional de Michelle Bachelet, Fernando Atria. Ambos no les importan que el gobierno apenas tenga un respaldo del 26%.


 El gobierno no tiene plata para apenas mantener los hospitales públicos, el déficit es el más grande en 26 años, sin embargo, si tiene dinero en repartir folletos sobre el proceso Constituyente como el de la fotos. O pagar a una empresa para que coloque grandes carteles en las arterias principales de las grandes ciudades como el que se ve entre Viña del Mar y en Valparaíso, en la Avenida España.


 En realidad, lo que digan cualquiera demócrata cristiano, ya sea académico o político no significa nada, pues el que manda es el Partido Comunista, esa secta de fanáticos y totalitarios. Se trata a fin de cuentas de acercarnos al comunismo en la medida de lo posible. De ahí como sostuvo un columnista, que el Gobierno no les importa que las leyes estén mal hechas, ya que tendrán una base para poder continuar. Lo importante no es lo que dice el demócrata cristiano, sino los diversos actores del Partido Comunista.

  En efecto, antes de que se efectuase ese seminario, el 12 de febrero de este año, dicho partido saco un video: ” Nueva Constitución: PC propone fin de Estado subsidiario, renacionalizar el cobre y mandatos revocables”. El diputado Matías Walker, hijo del senador demócrata cristiano, Ignacio Walker dijo el año pasado: “eje DC, PS, y PR, es el que le da estabilidad a la Nueva Mayoría, estos tres partidos tienen una responsabilidad que es ser definitivamente el eje articulador de la coalición, el que tiene que darle gobernabilidad”. O sea, el PC no da garantías de gobernabilidad, pues como lo va a dar, si presidente, diputado Guillermo Teillier dijo que ellos estaban tanto en el gobierno como en la calle. Estamos seguro, la DC manda.

  Según el Partido Comunista: “La nueva Constitución debe contribuir al mejoramiento sustantivo de la calidad de vida del pueblo, dejando atrás la herencia dictatorial, abriendo paso a una democracia avanzada, que combine estabilidad con progreso”. Estos iluminados creen que si la Constitución dice tal o cual cosa, se va trasuntar en la realidad. Cuando la calidad de vida, mejora al tenerse reglas claras y las personas pueden seguir sus fines, sin violentar la vida, la propiedad y la libertad de las demás personas. Ellos creen que si cambian la Constitución, la economía va a crecer un 8% y va ver harto empleo, y por tanto, inversión. Nótese como el PC se contradice al querer estabilidad, si ellos en el pasado han apostado por la subversión, incluso en gobierno democráticos como los del Gobierno del Radical, González Videla hace más de 60 años, y recientemente, en el Gobierno de Piñera con líder estudiantil comunista, Camila Vallejo. De esta decir, que la actual Constitución de 1980 ha garantizado el progreso como nunca antes en la Historia de Chile y la estabilidad, gracias a los cerrojos que a la Nueva Mayoría no les gusta. Puesto que los comunistas apoyados el dictador Tito de Yugoslavia quisieron desestabilizar el país, el presidente González Videla saco la Ley en Defensa de la Democracia, que la Izquierda denominó la Ley Maldita.

  Juan Andrés Lagos, secretario del comité central del Partido Comunista, sostuvo que la nueva Constitución tiene que garantizar: “los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación, incluyendo lo que significa el ‘nunca más en Chile’, para desterrar definitivamente la posibilidad de nuevos intentos de violencia armada golpista en el país”. La Izquierda opto por la vía armada y en respuesta hubo la violencia armada de las Fuerzas Armadas, porque Allende se salió de la ley y la Constitución. Fue un derecho a la rebelión.

  Según los comunistas, la nueva Constitución protegerá los derechos individuales, los mismos que no aplican a los militares ancianos de Punta Peuco, El ex secretario general de la OEA, el socialista José Miguel Insulza se refería a los cambios que estaba haciendo Hugo Chávez en Venezuela como ‘una democracia avanzada’.

    Ellos pueden rebelarse contra una autoridad elegida e imponer su dictadura comunista. Más habiendo llegado a ese nivel, los ciudadanos bajo el régimen no pueden sublevarse. Y lo vimos del Revolución Rusa con la rebelión de Kronstadt (1921) hasta la Primera de Praga. El primer levantamiento contra el comunismo fue aplastado sin misericordia. Es el mismo partido que apoya la dictadura castrista en Cuba y la dictadura democrática de Nicolás Maduro en Venezuela.

 Al renunciar a la presidencia de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, la diputada comunista, Camila Vallejo volvió a reiterar que los cambios son estructurales : "desde que estoy en la dirigencia estudiantil he asumido que no puedo ser monedita de oro, ni quedar bien con todo el mundo porque estamos hablando de cambios que son estructurales".

 Tal como advirtieron los conservadores en este país, las denuncias sobre la calidad de la educación, el lucro, la no discriminación en los establecimientos educacionales y la famosa gratuidad fueron simplemente un Caballo de Troya para cambiar el modelo económico. Jamás a Bachelet y la Nueva Mayoría les ha interesado la calidad de la educación. Las reformas que aprobaron no van a mejorarla. 

 

  Recientemente, la diputada demócrata cristiana, Carolina Goic dijo para bajarle el tono entre su partido y el Partido Comunista : “Con el PC son mucho más cosas que nos unen que las que nos diferencian”. Según ella, los que los une es el propósito de la igualdad. A esta altura del partido, nadie le cree el cuento del igualitarismo, que solo obtuvo un 26% de los votos. Menos aún, con el caso Caval donde está involucrada el Bachelet, su hijo y su nuera. Como buen DC, la diputada nos quiere hacer creer que es compatible el crecimiento con la Reforma Laboral.

  En realidad, lo que diga un demócrata cristiano es totalmente irrelevante, salvo las declaraciones de la señora Goic, pues, a fin de cuentas les están mintiendo y sepultando al país. Lo importante es lo que dice el PC y sus medios afines como uno en cuya portada proponía supermercados populares.

1 comentario:

carancho dijo...

Javier, coméntele a sus compatriotas que miren lo bueno del populismo progrezurdo evaluando a su vecina Argentina.
Si realmente quieren ese camino... bueno, que lo disfruten entonces.