8 de mayo de 2016

Barro


Ayer a la tarde estuve conversando con un amigo agronomo que me contaba que en la zona en la que trabaja recién está bajando el agua de las lluvias del mes pasado, y que es prácticamente imposible todavía sacar la leche de los tambos. Y como a las vacas se las tiene que ordeñar igual, la leche termina en la tierra.
Contaba de un caso, que en siete años estuvieron tapados por el agua en cuatro ocasiones, obviamente sin que el estado provincial encarara ninguna  mejora ni en caminos ni en obra hídrica, pero peor aún impidiendo que los propietarios vecinos encaren obras entre ellos para mejorar la situación.
Cuando volvía para mi casa, en los accesos a Rosario sin embargo se apilan los camiones, que a pesar de todo llegan al puerto para descargar.

Después aparecen pelotudos que todavía se preguntan cuál es el modelo de país que queremos.



2 comentarios:

Max A Secas dijo...

Todo el mundo sabe que este país podría ser mucho más rico, lo que la mayoría no se banca es que algunos se van a hacer ricos primero.

Anónimo dijo...

Creo que mucha gente ni se imagina lo que podríamos ser. El daño social y estructural que se le ha hecho al país en los últimos 20 años es incalculable, el choreo del kisnerismo termina siendo un dato anecdótico