23 de mayo de 2016

Constitución y Revolución







 ¡Qué distinto hubiese sido, si la prensa hubiese puesto en los pies en la tierra a Bachelet cuando ganó en el 2013! En efecto, los medios abultaron un éxito electoral que no era tal. El diario ‘La Tercera’ en su portada al día siguiente de la elección presidencial aparece la candidata electa con las siguientes palabras: “Es un momento de iniciar transformaciones a fondo”. Más abajo aparece el porcentaje con cual ganó con respecto a la candidata de la ex derecha, 62,16%. Ahora bien, con respecto a todo el padrón electoral obtuvo apenas un 26% de los votos menos que Salvador Allende. Como dijeron hace dos años, la Nueva Mayoría se convirtió en la Nueva Minoría. Ese porcentaje se ha mantenido más o menos en todas las encuestas. La prensa no hizo su trabajo.


  Los chilenos todavía no se dan cuentan que estamos inmerso en una Revolución Comunista, cuyo único propósito es que la actual coalición gobernante, la Nueva Mayoría tenga el poder total. Actualmente, ya tiene el Poder Judicial, el Servicio de Impuestos Internos (SII), la fiscalía y el Congreso. Chile no necesita de ninguna de las reformas que ha impulsado la coalición Demócrata Cristiano Socialista Comunista. No era necesaria la reforma tributaria, ni la reforma a los colegios particulares subvencionados, ni la Nueva Constitución y, por último, la reforma que quieren hacer la educación superior.

    En primer lugar, a Bachelet le encanta hablar igual que Salvador Allende, pues en su último discurso del 21 de mayo del 2015 se expreso así: “Chile está viviendo uno de los procesos transformadores más importantes de su historia”. No me había dado ni cuenta. La única transformación importante fue la hicieron los militares que gobernaron entre septiembre de 1973 y marzo de 1990. A decir verdad, el país está retrocediendo. Según el liberal, Ricardo Valenzuela, “regresaba Bachelet para, haciendo uso del populismo, de nuevo enviar a Chile al abismo (línea roja al final). Un abismo del que tal vez ya no se pueda rescatar”. Así es nuestro presente, sin embargo, la mayoría los chilenos aún no despiertan.

   En segundo lugar, ella es la revolucionaria que quiere cambiar el país, sólo porque la coalición que la apoya le tiene envidia a las transformaciones que hizo el Gobierno Cívico Militar. Lo que más les duele es que esas reformas fueron buenas y exitosas a diferencias de todas las reformas que realizo la ex Concertación y su sucesora la Nueva Mayoría. Además, no son los emprendedores o empresarios que haciendo las cosas distintas, cambian el mundo. En el nuevo Chile que todos queremos, la actividad de los privados estará restringida. Hay que dejar a los particulares como incompetentes, negligentes, irresponsables, egoístas y que el único que puede hacer bien las cosas en todos los ámbitos es el Estado. La realidad dice lo contrario.

 Yo harían dos reformas importantes a la actual Constitución. La primera, es poner la firma del general Pinochet y sus ministros en vez del socialista Ricardo Lagos, quien no cree en la propiedad privada ni el rol subsidiario del Estado y lo peor aún, es que se ufana del gobierno marxista de Salvador Allende que es contrapunto de la Constitución del 80. Desde luego, que ningún político de la ex derecha si lo sacaría en cara en un foro. El ex presidente socialista apoya una nueva Constitución. Lo segundo, es poner un artículo sobre el empêchement, ya que no se puede dejar que gobierne un loco o una loca, que vive en un mundo paralelo creyendo que estamos de mil maravillas, mientras vamos en picada.

 Aun cuando se inicio el proceso constituyente cabe señalar que es ilegal e ilegitimo, pues no tiene los quórum para cambiar la Constitución. Esto último ni siquiera le importa a la oposición. A decir verdad, no hay tal.

 Una persona puede votar a los 18 años. En este proceso hasta pueden participar los menores de edad desde los 14 años. Con todo, gracias a las legislaciones que hizo la ex Concertación, los menores de edad no tienen capacidad de discernir entre el bien y mal. Por esa misma razón, la mayoría de los delincuentes son menores de 18 años. Y pasan ‘piola’ frente a los tribunales de Justicia. ¿Alguien lo puede entender?

  En esa oportunidad también Bachelet dijo: “En la mayoría de mis compatriotas, en un momento de grandes y expectativas”. Sólo un 26% de la población les interesa lo que haga el gobierno. Ahora bien, Bachelet por cadena de televisión sobre el inicio del proceso constituyente afirmó: “Recordarles que todos debemos ser una garantía para que los ciudadanos sean los protagonistas de este proceso y puedan expresarse libremente sus opiniones y los que quieren en nuestro país”. Agregó: “Que puedan participar con confianza y que participen porque eso nos va a permitir que tengamos un buen país”. Con la nueva Constitución socialista no existirá el principio de subsidiariedad, ni mucho menos la propiedad privada va estar reguardada. Así, con el nuevo texto Fundamental tenemos asegurados la educación y la salud gratis, aun cuando el país no tenga plata y este endeudado. El papel todo aguanta.

  Según una encuesta, para la mayoría de las personas no es un prioridad ni reformar ni cambiar la Constitución, pues les preocupa la delincuencia que cada vez está más agresiva, el terrorismo en la región de La Araucanía y desempleo producto de las reformas, que ha provocado una recesión. Desde luego, que los iluminados de la Nueva Mayoría van a culpar a causas externas, no internas provocadas por el Gobierno.

  Hay dos cosas que siempre la Izquierda se ha identificado. Una es la imagen de derribar un bastión de los poderosos, de ahí la expresión: “Tomarse el Palacio de Invierno”, cuando ellos llegan el poder. Ya que las nuevas generaciones no tienen idea de la Historia del siglo XX, el Palacio de Invierno era la casa real de los zares de Rusia, hasta que los comunistas se tomaron el poder. La otra imagen que tan les gusta es la cientos de personas reunidas en una asamblea, aunque no digan nada, no hagan nada y calienten el asiento decidiendo los destinos del país que viene de la Revolución Francesa. La Rusia zarista tenía la Duma, que es el parlamento de ese país y los revolucionarios mencheviques sacaron como poder paralelo los soviets, donde participaban los liberales, los socialdemócratas, los partidarios de la monarquía, hasta los bolcheviques (comunista), que eran minoría se tomo todo el poder. Y se acabo la democracia participativa de los soviets aceptando solamente los comunistas.

 La idea filosófica política que subyace es de la voluntad general. He allí el origen de la Asamblea Constituyente.

 Transformación significa Revolución
 El abogado Marcelo Elissalde recuerda primero que la Constitución de 1980 ha sido el texto Fundamental más ratificado en nuestra Historia, desde la Independencia. Señala, en primer lugar, que los textos anteriores nacieron en momentos conflictivos del país. Por ejemplo, la Constitución de 1925 que tanto dicen admiraba la Izquierda y que no respeto con la UP, recién entro actuar en 1932 con la llegada de Arturo Alessandri Palma.

 En segundo lugar, pone varios ejemplos, donde a Constitución no nació de la voluntad popular, sino que fue impuesta:” la de Estados Unidos, fue redactada por una convención de sabios iluminados como Jefferson, Madison Benjamín Franklin, Washington entre otros y la ofrecieron o mejor dicho impusieron a un pueblo analfabeto e ignorante por entonces y mire ud que resultados les ha dado”. Luego dice tanto Alemania como Italia, después de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados impusieron la Constitución. La actual Constitución francesa fue impuesta por el General de Gaulle. Lo mismo ocurrió en el Japón ocupado por los norteamericanos, donde el General Mac Arthur impuso la Constitución. En estos esos ejemplos los frutos están a la vista.

  Según los personeros de la Nueva Mayoría en el nuevo texto la propiedad privada estará resguarda. Así lo ha expresado el ministro Secretario General de la Presidencia Nicolás Eyzaguirre al serle consultado sobre la propiedad privada, dijo: “Es muy impensable que en una Constitución que tiene que ver con un país moderno, ese derecho no esté adecuadamente resguardado”. Por su parte, el ministro de Hacienda en Londres, el DC, Rodrigo Valdés en Chile Day dijo: “el buen manejo de la política monetaria, el reconocimiento de la propiedad privada y el rol que ha cumplido el estado serían las claves para lograr el desarrollo”. Esto lo dijo sobre todo por las palabras del ex ministro de Hacienda de Pinochet, Hernán Büchi de que en el país existía "incerteza jurídica”. El actual ministro le salió al paso Büchi: "La noción de que podría existir incerteza jurídica en nuestro país es un debate artificial que sólo daña a Chile". Creo que los agentes económicos son tontos.

 El año pasado los demócratas cristianos, Ignacio Walker y Patricio Zapata intentaron convencer a la opinión pública sobre los beneficios de la nueva Constitución, omitiendo si se respetaba la propiedad privada. Ahora bien, cuando fue XXV Congreso Nacional del Partido Comunista en marzo, donde éste manifestó que rechazaba propiedad privada y el rol del Estado subsidiario, los senadores de la DC se opusieron. El senador Ignacio Walker expreso una frase ininteligible: "hay un amplio campo de colaboración en torno a la contradicción democracia-neoliberalismo, y la afirmación de 'los derechos humanos, universalmente reconocidos, como aspectos esenciales de la futura carta fundamental'. ¿Qué quiso decir?

   Con todo, cuando ex vocera del nuevo gobierno de Bachelet y actual ministra del Trabajo, Ximena Rincón dijo lo mismo en una entrevista, no se alteraron los camaradas de la DC. En efecto, ella dijo: “tenemos claro que la propiedad es clave para el funcionamiento de la economía de mercado, pero el problema de la Constitución es que le dio preeminencia exagerada a este derecho”. Añadió: “A nosotros nos interesa un sistema de derechos más moderado y equilibrado, donde existan libertades personales, políticas y económicas por cierto, pero no que la propiedad sea el eje del sistema de derechos. Nos interesa también dar importancia a la dimensión social de la propiedad”.

 ¿Quién está diciendo la verdad: Ignacio Walker o Ximena Rincón? Pues, es evidente que hay una contradicción.

   Si a alguien les parece absurda y falta de sentido realidad las palabras de Walker, el abogado también DC, Jorge Correa Sutil en un seminario donde participaron el Instituto Libertad y Desarrollo, Evópoli y la Fundación Horizontal expreso que la nueva Constitución no debe ser ni neoliberal ni socialdemócrata. ¿Qué quiso decir por neoliberalismo?

   El Programa de Bachelet está claro que desprecia propiedad privada base de todas las libertades: “La Nueva Constitución junto con reconocer el derecho a la propiedad privada, debiera contemplar la idea de que la propiedad obliga y que su uso debe servir al mismo tiempo al bien común. Se requiere reconocer que la función social del derecho a la propiedad privada y a la herencia delimitará su contenido, de conformidad a la ley”,

  Lo que digan los ministros de la Nueva Mayoría es irrelevante. Lo importante es lo que dice el Partido Comunista: “Convocatoria a XXV Congreso del PC plantea volver a la función social que tenía propiedad antes de 1973”. Bachelet es comunista y no lo reconoce públicamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que perseverancia para continuar con el fracaso que tienen los políticos comunistas, progresistas, populistas, socialistas y otros gérmenes. Y que indolencia y desidia la de aquellos pueblos que los votan y festejan - JUAN

Javier Bazán Aguirre dijo...

Bien dicho Juan. No tengo nada agregar.