16 de mayo de 2016

Estatismo neutrónico


Estoy trabajando en un relevamiento de la infraestructura ferroviaria construida en Santa Fe entre las primeras vías del Ferrocarril Central Argentino (1863) y las últimas estaciones del Ferrocarril Provincial de Santa Fe (1932). 
Es sorprendente analizar el volumen de infraestructura que construyeron los diferentes operadores, y también es interesante descubrir que salvo que la diferencia de trocha lo hiciera imposible buena parte de las empresas compartían ramales y tenía posibilidades de interconexión. También llama la atención que las ferroviarias operaran sus propios muelles o hicieran extensiones de ramales hasta los muelles de diversos operadores privados. 
De ese cúmulo de estaciones, que alimentaban a pueblos y colonias, obviamente la mayoría está abandonada, y muchísimas vías ni siquiera siguen ahí. Se levantaron principalmente por decisión de  planes emprendidos por dos gobiernos: el de Perón con la primera "racionalización de la red" desde 1947, y después por Frondizi con el Plan Larkin. 
El resultado de la gestión pública como sabemos -y como muestran centenares de estaciones abandonadas- fue un éxito. Pero los contadores de historias nos aseguran que la destrucción de los FFCC es consecuencia de aquel mentado "yamal que para, yamal que ciesha"


7 comentarios:

Anónimo dijo...

También hubo otro saque en 1977/78 con otro recorte de ramales, de manos de los genios desarrollistas verde oliva. Acá en mis pagos sin embargo el tren se cortó en los cincuenta y está todo en ruinas desde los setenta (y lo de ruinas es literal)

TRESLETRAS

Anónimo dijo...

No soy especialista, pero opino. Creo que los argentinos nunca supieron bien que hacer con los FFCC, a partir de 1947. Muchos lo usaron para hacer política; nunca lo pensaron estratégicamente como una infraestructura útil y necesaria para el desarrollo de un país del tamaño del nuestro; solo se miró con la ceguera propia del fanatismo nacionalista/populista/estatista. Hoy, de lo que queda del sistema ferroviario argentino, me parece que es muy poco lo rescatable; solo las trazas (los corredores y terraplenes). Todo lo demás; TODO (vagones, locomotoras, vías señales, sistemas de alimentación, sistemas de gestión y operación, tarifas, todo, todo) hay que pensarlo y desarrollarlo desde cero, así como la NASA planifica y desarrolla un viaje a Marte. JUAN

Anónimo dijo...

En el pintoresco escenario político argentino se repiten cuestiones sin la más mínima reflexión. La que probablemente se lleve las palmas (o pega en el poste) es la que sostiene que la culpa de la falta de apego de los argentinos por las ideas de la libertad la tiene Menem. Aparentemente la mala praxis en la aplicación durante unos 10 años de políticas que, siendo ampliamente generosos, se pueden considerar liberales exclusivamente en comparación con lo que vino antes y después, hizo que los argentinos rechacen los principios liberales que inspiraron la Constitución original del país. Es decir, la limitadísima aplicación durante 10 años de políticas liberales con un alto nivel de corrupción logró lo que más de 70 años de aplicación a pie juntillas de populismos de todas las vertientes y orígenes, con un nivel extravagante de corrupción, todavía no pudo lograr: el más amplio repudio de una clara mayoría de los argentinos. Para repudiar las ideas de la libertad alcanza y sobra con la experiencia muy parcial de una década. El populismo da para seguir intentándolo después de más de 70 años de los más abyectos fracasos. Pum para arriba.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 11:12 a.m. Menem jamás aplicó políticas liberales. Solo hizo capitalismo de amigos, con muchísima corrupción, financiado con deuda externa, algo que no tiene nada que ver con liberalismo. JUAN

Anónimo dijo...

Juan, Si lo de Menem fue capitalismo de amigos, ¿cómo describirías lo que hicieron los Kirchner durante 12 años? ¿Capitalismo de recontra amigos íntimos del alma?

Anónimo dijo...

Anónimo de las 11:33. Lo de los K fue un robo descarado, algo que siempre viene asociado al nefasto populismo y que tanto aman los argentinos JUAN

BlogBis dijo...

Merece una addenda: mientras en los 90 los diferentes ramales paralizados se cerraron y punto, en los años de Ferrocarriles del Estado los ramales clausurados en su gran mayoría fueron levantados y arrasada la infraestructura.