4 de noviembre de 2016

93R



Creo que en los lejanos ochenta no había fierrero que no soñara con tener una Beretta 93R, aunque aún en esas épocas de acceso a armas hoy imposibles de adquirir era un arma prohibida.
Los cinéfilos recordarán que se hizo conocida en Broken Arrow, los memoriosos en cambio recordarán la versión de que algunas se habrían importado para uso de los federales que tenían la misión de cuidar al presidente  Raúl Alfonsín, cosa que nunca pude comprobar si era cierta.
Al menos con los años pude conformarme con tener una 92, que anda y anda sin parar como el conejito de Duracell.





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