8 de noviembre de 2016

Radiador


Otra muestra de la atracción (mutua) que ejerce "nuestro" Papa sobre los líderes decadentes de la izquierda populista.

En este caso el visitante es un español aunque no se trata de una audiencia sino de un corto saludo y la entrega de una carta.

El señor en cuestión es Diego Cañamero, un sindicalista andaluz diputado en las Cortes por Podemos y que fue a ver al Papa para pedir la libertad de un condenado por actos violentos.


1 comentario:

Rolando el furioso dijo...

Como siempre tan coherentes los izquierdistas. Usan a la iglesia como refugio cuando son perseguidos por sus delitos, pero en cuanto tienen el poder la comienzan a perseguir.
Hipócritas.