3 de enero de 2017

Al revés



El diario español El País es una especie de Página 12 pero con mucho más nivel y alcance en cuanto a cantidad de lectores. Será que como el PSOE y Zapatero no alcanzaron en España las cotas bajo cero que sí alcanzó el kirchnerismo en Argentina entonces al diario progre ibérico por antonomasia no le ha afectado tanto quedar pegado a ellos como sí le afectó al pasquín izquierdista nacional ser el máximo propagandista de la basura K.

Recomiendo que no dejen de recorrer esta cobertura del año 2016 que es toda una declaración de intenciones de un medio que pretende impartir clases de correctitud política a sus lectores.

Para El País 2016 fue "El año que salió al revés" ¿ Qué significa esto? Bueno, con las dos fotos que ilustran este post queda bastante claro: Obama + Hillary = todo bien, Trump = todo mal. Si hasta han puesto las cifras del año que pasó del derecho y del revés para plasmar gráficamente la repulsa de este diario a todo lo que no comulga con su credo progre.

En definitiva 2016 salió al revés porque tanto la presidencia de Trump, como el rechazo popular al llamado plan de paz de Santos en Colombia y el Brexit son cosas que la progresía mundial y este medio em particular no se esperaban.

En el resumen final parecen aceptar que hay un "todos" invisible, una masa de opinión pública que va por un camino distinto y hasta opuesto al que quieren dictar muchos medios de comunicación.

Creo que el 2017 deparará más sorpresas a los que editan el diario el País. Veremos qué cambios esperan a los medios de comunicación a la vuelta de la esquina a medida que sigan saliendo las cosas al revés de como esperaban.


3 comentarios:

raúl dijo...

"¿Correctitud", estimado Jorge? Habra querido decir "correccion" (con tilde).

Anónimo dijo...

En Estados Unidos había un solo resultado de las elecciones legítimo. Si no se da es porque la gente es tonta y no sabe lo que le conviene.

Anónimo dijo...

Al revés de qué?
De lo que deseaba el diario, entiendo.
Es lo que pasa cuando se delira con dibujar la historia.