25 de mayo de 2017

Gastronomía patria


Cada 25 de mayo y 9 de julio cunde en las celebraciones (y en las rotiserias, restobares y restaurantes) la oferta de locro y empanadas.
No estoy seguro, ni puedo aseverar nada en contrario, que estas delicias patrióticas hayan sido del común en tiempos de la Revolución de Mayo y del Congreso de Tucumán. Hay ahora una importante cantidad de historiadores dedicados a las llamadas "microhistorias", que incluye temas como qué se comía en otros tiempos, ellos deberán dilucidarlo. A mi me parece extraño al menos, sobre todo que el locro haya tenido gran difusión considerando que dos siglos atrás no había una agricultura extendida que pudiera asegurar maíz blanco en todo el territorio del Río de la Plata. Por otra parte, la creencia de que la empanada es la comida argentina por excelencia se cae ante la más mínima comparación con la miríada de pasteles, turnovers y similares que hay por todo el mundo. Cornish pasties, por ejemplo.
Por mi parte   me quedo con mi cotidiano agradecimiento a la llegada de millones de inmigrantes que desde mediados del siglo XIX cambiaron y enriquecieron  drásticamente la gastronomía rioplatense.
Para mí no hay nada más patríotico que unos buenos ravioli, recuerdo de nuestra potente y persistente herencia italiana.

Viva la Patria, pero dejemos el locro para el Museo Histórico Nacional.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdón, señores, pero para comer locro y empanadas no hace falta justificativo.

Unknown dijo...

BB, puedo contarte la experiencia familiar de Salta y Jujuy donde había maíz blanco a patadas para no sólo hacer locro sino la sabrosa y hoy bastante olvidada mazamorra. Desde el siglo XVII se cultivaba maíz blanco en el Norte seguro y el maíz amarillo era habitual en el Alto Perú también.

En 1810, Buenos Aires era una aldea y se la abastecía con maíz blanco sin demasiados problemas para los vecinos. La mazamorra era habitual en las casas residenciales porque es un plato de origen español al que le cambiaron los garbanzos y lentejas originales por el maíz blanco.
No tengo idea de si estaba al alcance de todos, pero en Cuyo y en el Noroeste se comía locro, mazamorra y carbonada.

¡Me encantó lo de los patrióticos ravioli! Como vos dijiste, gracias a la inmigración se enriqueció la gastronomía criolla y en nuestro país se come muy bien y con gran diversidad.

Ahora me voy a ir a disfrutar de unas no menos patrióticas empanadas de carne salteñas caseras.

Desde Los Angeles, California, ¡Feliz Día de la Patria para todos!

Unknown dijo...

Me olvidé comentar que, me parece, que las empanadas tienen origen árabe, pasaron a España con los moros, les dicen empanadillas (a los moros no, a nuestras empanadas) y de ahí saltaron a América.

En cambio, el tamale es indígena americano y se encuentra a lo largo de toda la América maicera con diversos nombres y rellenos.

carancho dijo...

Normalmente, en casa el 25 se celebra con asado.
Pero el clima nos lo impidió, y se decidió una democrática sopa de pollo.
Bon appettite!

Unknown dijo...

Sopa de pollo casera!!! Me anoto para el invierno si me permite.

carancho dijo...

A sus órdenes, Don Enmas.

BlogBis dijo...

Carancho, el staff rosarino de BB también es muy sopero. Avise.

Unknown dijo...

Amiga Carancho, se le anotan todos con la sopa!!!