6 de junio de 2017

Arado y carabina


La estatua no va a pasar a la historia del arte universal. Pero representa cabalmente de qué manera se construyó el país: con el arado, la voluntad de trabajo y ganándole cada metro al indio con la carabina terciada.
No faltará el que quiera reemplazar esta estatua al colono santafesino por la imagen de un jóven militante progrezurdo amor y paz.



10 comentarios:

Sine Metu dijo...

Dónde está?

BlogBis dijo...

Esperanza

Leandro dijo...

El soldado agricultor, el legionario moderno de las marcas fronterizas al bárbaro.

Vinieron a estas pampas a fundar su Nueva Roma, portando de modo inconsciente toda la fuerza que al individuo otorga la consciencia de si existente en la cultura de Occidente. Paz, trabajo, desarrollo, protección.

La desarrollaron tan rápido que vieron volar ante sí en dos siglos la Guerra civil, la expansión, la República, la Dictadura y la perfidia demagogica.

Sólo agradezcamos que no todos los caminos conducen hasta aquí (y los que si están mal bacheados), como única medida de seguridad ante la invasión de la horda mongola, expectante. Aunque no esté faltando quien proponga aliarse con los khanes chinos y abrirles las puertas del foro.

Con algo de suerte, la asimilación de la barbarie traerá en algún momento, luego de la Edad oscura, algún florecimiento de algo similar a una República comercial, y de allí algún tipo de iluminismo antropocéntrico.

Hasta entonces seguimos sentados aquí, rezando a las antiguas glorias de los dioses de la naturaleza, extrañando a través de nuestros historiadores a los prohombres del ayer, viendo la decadencia de lo que alguna vez fue una promesa de civilización.

Anónimo dijo...

Era otro país, lamentablemente.

Unknown dijo...

Lo que señala el anónimo de 4:27 es lo que más me preocupa del futuro argentino ya que el pasado no vuelve y las sociedades van cambiando, unas evolucionan y otras decaen hasta su desaparición en el basurero de la historia.
Y no es descartable que, si la Argentina continúa su decadencia, termine desapareciendo como Estado soberano.

Mi generación, los nacidos alrededor de 1950, claramente ha fracasado en la construcción de una sociedad más próspera, educada e integrada al mundo. Claramente somos mayoría en este blog los que le adjudicamos la responsabilidad de la decadencia al populismo, pero qué fue lo que hicimos los que no éramos populistas para impedir o frenar esa decadencia en la medida de nuestras posibilidades. Cada uno de los lectores sabrá lo que haya podido hacer, pero debería ser objeto de reflexión sincera e individual si no había algo más que se podría haber hecho o que se pueda hacer todavía.

Estando lejos de Argentina, me espanta ver que siguen las peleas mezquinas
por carguitos en Cambiemos entre radicales y macristas, que el desertor Lousteau pueda tener espacio para hablar sin que nadie le reproche que abandonó LA Embajada a 20 días de la entrevista de Macri con Trump (lo que es inconcebible en alguien con un mínimo sentido de la responsabilidad del cargo) y que pocos se aviven que la ex-Ella sigue existiendo en el escenario político con un caudal de apoyo relativamemte importante, al menos en los medios de prensa.

Y que ya se han olvidado los argentinos cómo estaríamos ahora si hubiera ganado Scioli, el preñador serial desconocedor de hijos y de bienes propios.

No tengo respuestas acerca de cómo solucionar el bolonqui argentino, pero tengo claro que no he sido cómplice de toda la manga de atorrantes que nos han gobernado desde que tengo 18 años vistos desde mis 65 actuales. Pero tengo claro que si seguimos así, sin un giro de la sociedad hacia la decencia y la honestidad cívica, la Argentina será un recuerdo penoso del país que pudo ser un país normal, con gente que trabajase y tuviera vidas dignas, con educación y con alguna esperanza de mejor futuro para sus hijos.

Y ni eso hemos logrado ser, pero por culpa nuestra no de una conspiración internacional.

Unknown dijo...

Pido perdón por mi poca cuidada redacción de mi post anterior, pero escribí al correr de la pluma, como se decía antes, y he repetido adverbios y omitido (¡justo yo que soy un obsesivo!) signos de interrogación.

Mis disculpas si lastimé la lectura de alguien, pero creo que los conceptos centrales quedaron claros.

Ana dijo...

Buenas tardes,

Estuve revisando su blog y tengo una propuesta. Tendría algun teléfono o correo mediante el cual podamos ponernos en contacto?

Saludos.

Rolando el furioso dijo...

Totalmente. Misma reflexión cabe para mi país Chile.

BlogBis dijo...

Enmas, me pareció lo más atinado que he leído en los últimos tiempos.

Unknown dijo...

Gracias mil, BB.