Sobre otro edificio quemado, y otras cenizas

Hace 40 días un incendio destruyó un monumento irrecuperable en Glasgow.

Ayer, otro incendio atroz arrasó algo más que un edificio. Porque en el Museo Nacional de Rio de Janeiro se quemó algo así como 20 millones de artículos de valor patrimonial. Además se quemó algo dificil de catalogar, eso que ahora suele llamarse "patrimonio intangible". En el edificio, la actual  Quinta Boa Vista, el antiguo Palacio Imperial de São Cristóvão, no sólo fue residencia del emperador, sino que fue el sitio donde se firmó la independencia  y donde se reunió la primera convención constituyente brasileña.

Brasil -ahora en crisis- viene de un largo ciclo de economía pujante. Organizó unos juegos olímpicos, un mundial de fútbol, entre otras cosas. Y puso en marcha un extenso programa de obra pública entre tanto. Pero no hubo plata para el Museo, mantenido por la Universidad de Río de Janeiro. Sin alarma de incendio, sin sistemas de extinción automáticos, y parece que sin simples hidrantes para alimentar a los bomberos.

Leí por ahí que el último presidente que tuvo tiempo para visitar la colección de Museo Nacional fue Juscelino Kubitschek, hace casi sesenta años. deja en claro cuánto importan algunas cosas a la política sudamericana.







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