Desde que comenzó un nuevo frente de problemas en la Región Aysén para el Gobierno de Sebastián Piñera, creados por los comunistas, algunas personas en vez de mediar le ponen más leña al fuego. Más aún, tergiversan la realidad.
Para algunos, las diversas manifestaciones que han aparecido en el país, justo cuando sale electo un gobierno votado mayoritariamente por el electorado de derecha que aplica políticas de izquierda son productos de un supuesto malestar generalizado contra todo tipo de abusos, dicen ello. Tales abusos se manifestarían en la colusión de las farmacias y supermercados, el caso de la multitienda La Polar, según la izquierda. Sin embargo, ésta y en particular el Partido Comunista no tuvieron problemas en apoyar el paro de los funcionarios estatales de Servicio de Impuestos Internos y del Registro Civil, con lo cual muchas personas no pudieron hacer trámites o casarse por el civil. ¡Que se vayan a la coronilla! Los mismos que alegan del monopolio privado, con todo, apoyan el monopolio estatal como el de la empresa ENAP.
Obviamente, para los comunistas los chilenos somos víctimas del sistema neoliberal. Por tanto, todo está malo, aun cuando la realidad lo desmienta.
Mi modesta opinión es que más descontentos o ‘indignados’ el chileno intenta hacerse ‘El Vivo’, esto es, actuar casi al margen de la ley, trabajar el mínimo esfuerzo y vivir como los suecos o franceses.
Ahora bien, una forma de reconocer la presencia de los comunista detrás de las ‘manifestaciones ciudadanas’, su huella dactilar, es, pues, encontrar bombas molotov. Ese es su sello. Pero de antes de hablar de esos dispositivos explosivos, conviene recordar las palabras que dijo monseñor Luis Infante esta semana, obispo de Aysén. Según él, en una entrevista a los medios sostuvo que: “El Gobierno ha puesto la violencia”. Unas de las primeras noticias que informaron los medios, además, de las barricadas y de la destrucción de un vehículo, que no es violencia para el monseñor, es que decomisaron 22 bombas molotov en Puerto Aysén. Más adelante, ocuparan más vehículos como barricadas. Incluso fueron inculpados tres personas. La noticia del 18 de febrero de este año, por supuesto. Creo que es la fecha en que comenzó el conflicto en esa región del sur. Otro sí, se va cumplir un mes.
El fiscal jefe esa localidad, Luis Contreras afirmó: "El llevar artefactos incendiarios tipo bombas molotov, constituye una infracción a la ley 17.798 de Control de Armas".
Según monseñor, la violencia puede desatarse si el Gobierno no cumple el petitorio de los aiseninos: “Confío en que se llegue de manera madura, democrática, sabia, amable se llegue a conclusiones, porque la gente en Aysén está cada día más encrispada, porque no se llega a una solución o a decisiones importantes sobre estos temas relevantes y eso podría llevar incluso a situaciones de violencia que no quisiéramos”. La violencia ya se desató, desde el momento en que se tomaron los caminos y hasta una comisaría, con lo cual dicha comunidad tuvo una carestía que no se veía desde la Unidad Popular. Los camiones que abastecían la zona, no podían entre sin el consentimiento de los tres activistas. El intendente fue derrocado.
Por eso, mismo el Gobierno le replicó a monseñor Luis Infanti a través de su vocero, Andrés Chadwick: “con apego a la verdad y viendo posibilidades de buscar soluciones". El obispo de Aysén es de izquierda, y ésta nunca ha sido amiga de la verdad. Las fotos de la prensa refutan abiertamente al monseñor.
El obispo de Aysén ilustra que tienen intereses creados. Por una parte, quiere si o si que el Gobierno acceda a las peticiones. Por otra parte, se opuso a la construcción del proyecto de generación eléctrica Hidroaysén, que traería trabajo y prosperidad.
Una prueba que muestra que la oposición le gusta atizar el fuego más que apagarlo, son las declaraciones del senador demócrata cristiano, Mariano Ruiz Esquide , a quien no le gustaron que el Gobierno acusar a monseñor de fomentar la violencia: “no puede ser que ministros de este gobierno de derecha, católicos y ultra conservadores se den el lujo de mandar a freír monos a un obispo de la Iglesia Católica". Y agregó: "nadie que hubiese previsto o pensado lo que este gobierno iba a hacer o decir. Si estas palabras no se habían repetido nunca en Chile, ni siquiera en los tiempos de la Unidad Popular. Es como lo extremo de lo antirreligioso". ¡Qué raro que el senador DC nunca haya criticado al rector y columnista del Mercurio, Carlos Peña, reconocido por anticlericarismo! Dicho sea de paso, al parecer no le gusta la diversidad al interior de la Iglesia, a pesar de que su propio partido esta semana quiere sacar un ley para la promover la diversidad.
Ya fines de febrero, el secretario de Sernatur de Aysén, aseguraba que debido a las movilizaciones la localidad perdería noventa millones de pesos diarios. ¡Qué importa! Después de todo, están los subsidios de Santiago. Por su parte, los productores de papas de esa región hace una semana, aseguraban que tendrían perdidas millonarias. Así lo aseguró el presidente de la Asociación Gremial de Productores de Papas de la Patagonia, Ricardo Riquelme, debido a los bloqueos: “Nosotros estamos a favor de todas las peticiones que tiene este paro, pero la verdad es que estamos bastante atados porque no contamos con insumos, sobre todo petróleo, para hacer nuestras cosechas”. Se suma, las pérdidas por destrozos. El gobernador de la Provincia de Coyhaique, Néstor Mera dijo que sufrieron daños por quince millones de pesos. Añadió: “esto sin contar el perjuicio que significó el corte de luz que sufrió la ciudad por un par de horas, que incluso afectó al hospital Regional”. Hace unos pocos días, los productores de la XI Región vaticina que tendrán pérdidas por 63 millones de dólares.
No basta con rezar hay que dejar la embarrá.
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